Xavi Hernández dirige al Barça en Las Palmas mientras Joao Félix espera a entrar desde la banda

Xavi Hernández dirige al Barça en Las Palmas mientras Joao Félix espera a entrar desde la banda FCB

Primer equipo

Nuevo capítulo con Joao Félix: lo que no se vio del penalti a Gundogan

La reacción del delantero portugués desde que el árbitro señaló la pena máxima hasta el festejo del gol pasó desapercibida

6 enero, 2024 19:56

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Los jugadores del FC Barcelona estallaron de alegría en el Estadio Gran Canaria tras el gol de penalti de Ilkay Gundogan. El volante alemán sacó los tres puntos de Las Palmas desde los once metros. La celebración dio paso a la euforia de los futbolistas sobre el campo, después de buscar con insistencia el triunfo durante la segunda parte. Sin embargo, en un segundo plano quedó el frío festejo de Joao Félix.

El delantero portugués había quedado señalado por su discreta actuación en el triunfo ante el Almería (3-2). Y vio la mayor parte del partido en las islas Canarias desde el banquillo. Cuando Xavi Hernández necesitaba poner toda la carne en el asador en busca del gol de la victoria, dio entrada al menino en el minuto 72. Robert Lewandowski y Raphinha salieron del campo, sustituidos, y también entró Lamine Yamal

Quería lanzarlo

Hasta la acción decisiva del empujón sobre Gundogan, el atacante de 24 años no tuvo incidencia destacada. Aun así, en unas imágenes captadas por las cámaras de Movistar, se aprecia que el jugador propiedad del Atlético cogió un balón en disposición de lanzar la pena máxima. En tanto, el volante alemán tenía en manos otra pelota. Al verlo, el ex del Chelsea y el Benfica envió directamente fuera su balón de un pelotazo.

Con la cabeza agachada, Joao Félix se alejó del punto de penalti mientras mascullaba. En su camino, Fermín López lo interpeló para quitarle importancia al asunto. Tras el gol, el extremo portugués acudió a la piña de celebración con los compañeros con un semblante más serio y abrazó a Gundogan.

Aun así, después del tanto, Joao exhibió generosidad para entregarle a Vitor Roque un balón que podría haber significado su primer gol, en vez de hacer la guerra por su cuenta.