El Barça no depende de sí mismo para ganar la Liga. A siete puntos del Real Madrid y del Girona, el margen de error será mínimo tras el parón de Navidad. La agonía azulgrana va a más jornada tras jornada y su impotencia contrasta con la felicidad del eterno rival, que recuperó el mando tras su victoria en el campo del Alavés y el empate del Girona en el Villamarín.
La Liga no engaña. El Barça es tercero con 38 puntos y la clasificación indica que ha ganado 11 partidos, ha empatado cinco y ha perdido dos. Ambos en Montjuïc, contra el Real Madrid (1-2) y el Girona (2-4). El equipo de Xavi ha marcado 34 goles, cinco menos que el líder, y ha recibido 21, 10 más que el gran rival.
El Madrid, sin un fútbol espectacular, va primero. Con muchas bajas, como las de Courtois y Vinicius, Ancelotti está satisfecho con la respuesta de sus jugadores. En Mendizorroza, en un partido trampa, el equipo ganó con todo en contra.
La expulsión de Xavi
El Alavés hizo méritos suficientes para sumar un punto. Y el partido se complicó mucho para el Real Madrid tras la expulsión de Nacho por una dura entrada a Samu.
En Mendizorroza, sin embargo, se repitió una historia muy conocida. El Real Madrid marcó en el tiempo de añadido. Y fue un gol que indignó a Luis García Plaza, al cabecear Lucas Vázquez un saque de esquina. El lateral madridista estaba solo y marcó a placer.
El empate del Girona
La indignación de Luis García contrastó con la felicidad de Ancelotti, un tipo tranquilo que ha conseguido que el Real Madrid gobierne en la Liga sin hacer mucho ruido.
El Girona, mientras, empató en el campo del Betis. Dobvyk marcó para el equipo rojiblanco en la primera parte, pero Pezzella empató para los verdibancos a dos minutos del final. Ahora suma los mismos puntos que el Real Madrid, líder por su mayor diferencia de goles.