El Barça no transmite buenas sensaciones. El equipo azulgrana ya está a nueve puntos del Girona y a siete del Real Madrid en la Liga y Xavi Hernández tiene muchos problemas por resolver. Uno es el rendimiento de Oriol Romeu, por quien el club pagó 3,4 millones de euros en verano. El centrocampista de Ulldecona ha pasado de ser titular a un actor muy secundario, pero el lunes fue premiado como mejor jugador catalán de 2023 en la Gala de L’Esport Català que se celebró en la Fàbrica Damm.
Xavi ya avisó hace un año de que la marcha de Sergio Busquets era una mala noticia para el Barça. Entonces manifestó que no sería fácil relevarlo y mucho menos en un club condicionado por su delicada situación económica y sus problemas con el límite salarial.
El entrenador del Barça priorizó los fichajes de Martín Zubimendi y Joshua Kimmich, descartados por Laporta por su alto precio y el escaso deseo de ambos futbolistas de jugar en el equipo azulgrana.
Tándem con Frenkie de Jong
El Barça sondeó otras opciones, pero se decantó finalmente por Romeu, con una cláusula de rescisión asequible para el club.
Oriol Romeu empezó bien el curso. Muy motivado, el mediocentro fue titular en los primeros partidos. Formó un buen tándem con Frenkie de Jong, pero sus problemas comenzaron con la lesión del centrocampista neerlandés.
Las cifras de Oriol
El Barça encalló y Romeu cometió algunos errores que penalizaron mucho al equipo. Las estadísticas dicen que ha jugado 18 partidos en los que no ha marcado un gol y solo ha dado una asistencia.
El futuro de Romeu en el Barça es incierto y el Girona ya ha sondeado la posibilidad de recuperar al futbolista, quien hace un año fue una pieza clave para Míchel. En Montilivi se encontraba cómodo. En Montjuïc, en cambio, palidece.