El FC Barcelona apostó por los Joaos para culminar el mercado de fichajes con cinco llegadas, y la incorporación de Vitor Roque atada. De la mano del súperagente Jorge Mendes, Deco consiguió firmar a las dos estrellas portuguesas como cedidas, debido al escaso Fair Play financiero que le quedaba al Barça para inscribir. Las guindas de la ventana de traspaso debían brindar ese salto de calidad definitivo.
Sin embargo, a la hora de la verdad, el equipo de Xavi Hernández se encuentra sumido en una crisis de juego que repercute negativamente en los resultados. Además, dos de los cracks destacados del curso 22-23 han visto condicionada su progresión: Alejandro Balde y Jules Koundé.
Joao Félix comparte banda con el lateral de 20 años, aunque juega por el interior. Pero la promesa de la Masía se encuentra menos cómoda sobre el campo esta campaña. No atraviesa su mejor racha individual Balde, aunque cuenta con la confianza del técnico. Ha disputado 17 partidos esta temporada, con 1.222 minutos de acción entre Liga y Champions League.
Fragilidad defensiva
Los pocos partidos que Balde ha visto desde el banquillo, Marcos Alonso --dos encuentros contra el Shakhtar-- y Joao Cancelo --Alavés-- han empezado desde banda izquierda. El lateral portugués prácticamente es inamovible del once, a pesar de su bajón de rendimiento. Y eso repercute tanto en los minutos del lateral derecho de la temporada pasada, Jules Koundé, como en el juego del cuadro barcelonista.
El defensor francés rota más veces este curso ante la presencia de otros tres centrales de élite como Ronald Araujo, Andreas Christensen e Iñigo Martínez. No obstante, la ausencia de Koundé en el lateral ha descompensado a un Barça demasiado ofensivo.
Cancelo destaca por sus cualidades en ataque, pero tiene en el trabajo defensivo una asignatura pendiente. De hecho, el equipo catalán ha encajado en 14 jornadas de Liga 14 goles, poco menos que los 20 tantos que recibió en 38 partidos de la temporada 22-23. Con tres centrales puros y cuatro centrocampistas, el Barça gozaba de un bloque más equilibrado.
Menos efectividad
Tampoco marcaban una barbaridad de goles los pupilos de Xavi antaño. Pero las once victorias 1-0 de la Liga pasada demuestran una mayor efectividad y seguridad defensiva. Por supuesto, con la contribución inestimable de Marc André ter Stegen, que recientemente ha recibido su primer premio Zamora.
Pero en ataque la presencia de Cancelo todavía no se ha notado con regularidad. Al menos, para que compense la pérdida de un defensor en las transiciones. Esta temporada, el Barça genera el mismo peligro, pero concede mucho más atrás. De momento, ha degenerado en cuatro empates y una derrota.
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