Si algo caracteriza a Gavi, afianzado desde hace tiempo en el once titular del FC Barcelona, es la pasión, intensidad y capacidad de sacrificio que despliega en cada partido con la camiseta azulgrana. Uno de aquellos jugadores que sienten los colores y que en ocasiones, por su juventud y atrevimiento, no mide bien sus emociones.
Eso le ha llevado a ver varias amarillas esta temporada 2023-24, llegando a ser expulsado el pasado miércoles en Oporto. El de Los Palacios ya acumula nada menos que seis cartulinas amarillas en diez partidos disputados este curso.
Mente fría y autocontrol
De cara al partido de este domingo frente al Granada, está advertido por parte del cuerpo técnico del Barça. Si ve la cartulina, será la cuarta en Liga y quedaría apercibido para el duelo ante el Athletic Club, justo después del parón y antes del clásico, con el partido de Champions ante el Shakhtar que ya se pierde por la expulsión en Oporto.
Es una oportunidad para que demuestre a Xavi Hernández, quien tanto confía en él, que puede ser intenso y pasional pero también maduro y con temple sobre el césped. Porque el rival sabe que el Barça es más peligroso con Gavi enchufado, y también sabe del temperamento del joven centrocampista. Podrían buscarle las cosquillas.
Y ahí será cuando Gavi deba mantener la mente fría para no poner en riesgo su participación en los próximos partidos de Liga, muy importantes en el devenir del equipo culé en la competición. El joven futbolista andaluz ya trabaja desde hace tiempo en el autocontrol y la gestión de las emociones, así como de la intensidad en los partidos para minimizar las amonestaciones.
Xavi le está ayudando
En más de una ocasión le ha comentado Xavi que debe controlar su temperamento, aunque también ha dejado claro que “él es así y es difícil que cambie”, porque si cambia, quizás no sería tan bueno. “Le estamos ayudando a madurar, creo que ha mejorado desde que nosotros estamos en el cargo", dijo el técnico culé tras el partido en Oporto. Gavi tiene una asignatura pendiente, y lo sabe.