Ilkay Gundogan es uno de los mejores centrocampista de Europa. Su fichaje, a coste cero, fue muy celebrado en el Barça, por su calidad y experiencia. Es un jugador muy técnico, que puede jugar como pivote o interior, y Xavi confía mucho en él. El viernes, contra el Sevilla, tiró de galones y de veteranía para que su equipo pudiera amarrar una victoria muy necesaria.
Xavi espera más de Gundogan, de 32 años. Más atrevimiento. Más protagonismo. Más gol. De momento, el centrocampista alemán ha participado en nueve partidos, en ocho de la Liga y en uno de la Champions. Sus números son discretos: cero goles y tres asistencias.
Gundogan, que actualmente tiene un valor de mercado de 20 millones de euros, según Transfermarkt, fue decisivo, por ejemplo, en la trabajada victoria del Barça contra el Cádiz al dar una asistencia imposible a Pedri.
Los últimos minutos
El viernes, contra el Sevilla, Gundogan jugó más retrasado. Oriol Romeu fue suplente y Frenkie de Jong sigue lesionado. Su actuación fue correcta, sin grandes alardes, pero en los últimos minutos calmó al Barça.
Gundogan, emulando a Carles Rexach y al Lobo Carrasco, se dedicó a perder mucho tiempo con el balón en los pies. Se fue hacia el banderín de córner y aguantó la pelota todo lo que pudo.
El centrocampista internacional fue sancionado con tarjeta amarilla, pero el Barça vivió un final con relativa tranquilidad. Gundogan quiso que la pelota fuera suya y que el Sevilla jugara lo mínimo posible. Su plan salió a la perfección y el Barça sumó tres puntos de oro.