No fue la noche del FC Barcelona. Como no lo fue la del pasado sábado ante el Celta, si bien es cierto que en aquella ocasión el equipo logró una remontada milagrosa en apenas diez minutos. Esta vez, se quedó a medias en Son Moix. La política de rotaciones de Xavi Hernández tiene un riesgo: si no acierta en cada combinación del campo, el conjunto culé sufre. Y este martes, pagó caros algunos errores de peso.
Se nota la ausencia de Frenkie
Algo que no es culpa de nadie, pero que fastidió enormemente al Barça en la sala de máquinas, fue la ausencia de Frenkie de Jong. El equipo deberá convivir entre seis y ocho semanas sin la aportación de uno de sus magos en la creación de juego, y también en la contención y salida de balón desde atrás.
No hay duda de que se le echó de menos a la hora de ejercer de puente entre la defensa y las posiciones más adelantadas. Aunque, principalmente, el gran cambio tuvo lugar en el eje de la defensa. Ronald Araujo acaba de salir de una lesión, mientras que Íñigo Martínez apenas ha tenido rodaje en partidos oficiales con el Barça.
La combinación fue demasiado arriesgada, y el equipo lo pagó con algunos desajustes que resultaron fatales. Y que fueron bien aprovechados por los delanteros del Mallorca. Hay que decir, eso sí, que el primer error garrafal del FC Barcelona fue de Ter Stegen. Imprecisión del guardameta culé en la salida de balón desde atrás, robo de los locales con la defensa desorganizada y gol de Muriqi.
Menos fluidez en la salida de balón
Dejando de lado la cantada de Ter Stegen, que no es la primera pese a la seguridad que suele mostrar casi siempre bajo palos, cabe remarcar que el Barça echó en falta la solidez de la pareja Koundé-Christensen. Dos jugadores que ya tienen química y experiencia jugando juntos, al menos más que el dúo formado por Íñigo y Araujo.
En salida de balón desde atrás, además, es incomparable. Christensen y Koundé aportan mucha más fluidez a la hora de salir con el esférico controlado desde atrás, y eso le faltó al Barça de Xavi este martes en Son Moix: una construcción ordenada de las jugadas, empezando desde la retaguardia, y sin cometer errores en la salida.
Lewandowski entró en el segundo acto
Obviamente también se notó de buenas a primeras la ausencia de Lewandowski, aunque hay que decir que el Barça carburó suficientemente bien arriba. Raphinha y Joao Félix estuvieron a buen nivel, mientras que Ferran Torres estuvo algo más apagado. Lamine Yamal fue la auténtica revolución en la segunda mitad, aunque no bastó para cosechar los tres puntos. Mucho deberá reflexionar Xavi de cara al Barça-Sevilla del viernes en Montjuïc.