El Barça genera dudas. Muchas dudas. Por su juego y, sobre todo, por su compromiso. No tiene el equipo de Xavi la misma intensidad que hace un año. Entonces solo había recibido un gol en los primeros siete partidos de Liga. Ahora ya suma ocho. En Son Moix, el Mallorca retrató sus carencias defensivas en un partido en el que Xavi y, al menos, tres jugadores quedaron señalados.
Xavi introdujo cinco cambios respecto al equipo titular que ganó al Celta: Iñigo Martínez, Araujo, Gavi, Raphinha y Ferran Torres. El invento, una vez más, no salió bien.
Sorprendió que Xavi alineara, inicialmente, a Araujo e Iñigo Martínez, futbolistas que se han recuperado de sendas lesiones. Al uruguayo se le vio falto de forma, pero peor estuvo el exjugador del Athletic, que abusa de los desplazamientos largos de balón.
El mal partido de Ter Stegen
Xavi, posiblemente, tampoco esperaba que Ter Stegen estuviera más impreciso de la habitual. El portero alemán falló en el primer gol del Mallorca y tampoco estuvo muy inspirado en el segundo.
Los cuatro suspendieron en un partido en el que tampoco pudo verse las mejores versiones de Ferran Torres --en esta ocasión como delantero centro-- y Gundogan. En las bandas, Cancelo y Balde se mostraron también muy vulnerables. Tampoco se vio una buena versión de Oriol Romeu, quien tuvo mucho trabajo para contrarrestar el contraataque balear.
Los jóvenes levantan al Barça
El Barça alternó muchos momentos malos con fases de buen juego. Raphinha, autor del primer gol, estuvo muy activo. Igual que Gavi. Pero el gran cambio llegó con las incorporaciones de Lamine Yamal, de 16 años, y Fermín, de 20.