Todo son risas y buena vibra para Ilkay Gundogan y Marc-André ter Stegen cuando les toca enfundarse la camiseta del FC Barcelona. Últimamente, sin embargo, no sucede lo mismo a la hora de vestir la zamarra de Alemania. La Mannschaft, históricamente una de las selecciones más potentes del mundo, atraviesa una acuciante crisis deportiva que se ha extendido más allá de su eliminación en fase de grupos del Mundial 2022.
En medio de una crisis deportiva
Tras la destitución del seleccionador Hansi Flick por los últimos malos resultados, los germanos están obligados a resolver cuanto antes la crisis y cortarla de raíz, siempre y cuando no quieran seguir haciendo el ridículo en los próximos duelos de naciones.
La crisis deportiva se ha cebado con el banquillo, pero es mucho más profunda y apunta a una plantilla que, de no subir su nivel radicalmente, puede pasarlo muy mal en la Eurocopa que se disputa, precisamente, en territorio alemán el próximo verano.
El nivel defensivo, con muy pocos seleccionables en los grandes de la Bundesliga, es cuanto menos preocupante. Ese mismo análisis puede extenderse a otras líneas del campo. En esa olla a presión se mueven desde hace un tiempo Ter Stegen y Gundogan, dos de los fijos en la alineación titular de Alemania.
Unos resultados muy pobres
La goleada sufrida ante Japón (1-4) en las últimas horas se une a los resultados de los anteriores encuentros después del Mundial: derrota por 0-2 ante Colombia, derrota por 1-0 frente a Polonia, empate a tres goles con Ucrania, derrota frente a Bélgica (2-3) y victoria ante Perú (2-0). Sólo un triunfo en seis partidos, ante rivales contra los que teóricamente Alemania es superior.
Habrá que ver si la selección germana logra reconducir su camino y reencontrarse con la senda de la victoria. Gundogan y Ter Stegen lo agradecerán, al tener la voluntad de no vivir un infierno cada vez que les toca defender la camiseta de su país.