La inminente marcha de Ousmane Dembelé al PSG ha sido un golpe muy duro para Xavi Hernández, su gran avalador en el Barça. El club ingresará un mínimo de 25 millones de euros por el delantero francés, pero ya sondea el mercado para fichar a un sustituto de garantías. Y la elección del nuevo jugador constata las diferencias entre el técnico azulgrana y su presidente, Joan Laporta.
La precaria economía del Barça condiciona su política deportiva. El club ya no puede fichar al futbolista más deseado, como hizo durante muchos años. Hoy, el Barcelona está condicionado por sus problemas con el límite salarial. Este verano, el club ha cerrado el fichaje de Vitor Roque por 30 millones de euros fijos y 31 en variables. También ha pagado 3,4 millones de euros al Girona por Oriol Romeu, mientras que Ilkay Gundogan e Iñigo Martínez han llegado con la carta de libertad.
El Barça también fichará a un lateral, pero no encuentra a un futbolista bueno, bonito y barato para la banda derecha. Y las urgencias se han multiplicado por el traspaso de Dembelé. Xavi quiere a un jugador diferencial. De primer nivel. Y su gran apuesta es Bernardo Silva.
La postura de Guardiola
El entrenador del Barça ya pidió el fichaje de Bernardo Silva hace un año. Pep Guardiola, técnico del Manchester City, condicionó el traspaso a que el club azulgrana presentara una oferta formal interesante que nunca llegó al Etihad Stadium.
Un año después, Xavi también se ha ilusionado con Bernardo Silva, pero el centrocampista portugués no se fía del Barça y está a un paso de renovar su contrato con el Manchester City. Laporta apenas ha movido ficha para contratar al mediapunta portugués.
La prioridad de Laporta
Laporta prefiere a otro futbolista portugués: Joao Félix. El máximo dirigente del Barça nunca ha escondido su devoción por el futbolista del Atlético, que no entra en los planes de Simeone.
El Atlético busca una salida. Quiere vender a Joao Félix, quien ya fue cedido al Chelsea en el pasado mercado de invierno. Su rendimiento en el club londinense no fue satisfactorio, pero Laporta no descarta su contratación. Y mucho menos después de que el jugador proclamara públicamente su ilusión de jugar en el Barça.
La propuesta al Atlético
El Barça, según ha podido saber Culemanía, podría solicitar la cesión de Joao Félix por un año a cambio de garantizar su compra dentro de un año por una cifra que podría rondar entre los 60 y los 70 millones de euros.
Laporta cuenta con la complicidad de Jorge Mendes, el representante de Joao Félix y también de Bernardo Silva. El problema es que Xavi no quiere al actual jugador del Atlético porque teme que no se adapte a su modelo de juego. Tampoco le convence su escasa intensidad defensiva. Y, una vez más, deberá luchar contra la intromisión del presidente y su entorno más próximo.
El precedente
En los últimos meses, Mendes ya presionó a Laporta para que fichara a Ruben Neves, un jugador que descartó Xavi en varias ocasiones. Consideraba el técnico que no tenía calidad suficiente para jugar en el Barça. En el caso de Joao Félix, Xavi no cuestiona su nivel, pero sí su encaje en el equipo.