El FC Barcelona sigue buscando nuevos refuerzos para terminar de apuntalar la plantilla en este mercado de traspasos. Uno de estos objetivos es la incorporación de un delantero que ocupe el puesto que ha dejado vacante la salida de Ousmane Dembélé al Paris Saint-Germain.
La prioridad inicial radica en asegurar un lateral derecho, siendo Joao Cancelo e Iván Fresneda los mejor situados en este momento, pero tras ello, el Barça tiene la intención de reforzar su plantilla con la adquisición de otro centrocampista creativo y un delantero, siempre y cuando se puedan afrontar las operaciones económicamente.
Interés por un crack de la Bundesliga
Entre los nombres vinculados con el FC Barcelona en las últimas horas, uno que ha surgido es el del extremo del Bayern de Múnich, Leroy Sané, la alternativa principal a Bernardo Silva que maneja el club azulgrana. Según ha desvelado Christian Falk en Caughtoffside, el gigante bávaro estaría dispuesto a negociar la salida del atacante alemán.
Un traspaso que, según informa, podría cerrarse en torno a los 50 millones de euros, los mismos que el PSG pagará este próximo lunes por Ousmane Dembelé. No obstante, el Barça no recibirá el medio centenar de kilos por esta venta, sino alrededor de la mitad, pues la otra parte se la repartirán entre el jugador y su agente.
En este sentido, entre el dinero que entrará en las arcas culés y los 50 millones que se liberarán en la masa salarial con las salidas pendientes, se intentaría acometer este fichaje. La realidad, sin embargo, es que seguirá siendo muy difícil que Sané juegue como local en Montjuic esta temporada.
Lo difícil: convencer al jugador
A pesar de la predisposición del Bayern en considerar esta venta, existen diversos factores que dificultan un posible acuerdo, especialmente relacionados con Leroy Sané. El internacional alemán no estaría por la labor, en un principio, de abandonar el Allianz Arena, ya que se encuentra cómodo y completamente adaptado al equipo.
Su contrato no expira hasta junio de 2025, y Sané tiene la intención de cumplirlo, al menos hasta el próximo verano. Con todos estos ingredientes, será trabajo de Xavi Hernández el tratar de convencerle mediante sus ya familiares llamadas telefónicas, y del Barça el negociar con un hueso duro de roer como el Bayern.