¿Qué le puede aportar al Barça el fichaje de Íñigo Martínez?

Esta mañana el FC Barcelona ha hecho oficial lo que era un secreto a voces. Íñigo Martínez es nuevo jugador del club azulgrana, llega libre y firma un contrato por dos temporadas, hasta junio de 2025. Su sueldo rondará los nueve millones de euros brutos y la cláusula será antijeques: 400 kilos deberá abonar aquel que se lo quiera llevar sin negociar con el Barça. 

El jugador llega para reforzar la defensa, una de las posiciones que mejor rendimiento dio al equipo la pasada temporada. Muchos aficionados cuestionan su fichaje y consideran que el Barça debería haber priorizado otras zonas del campo. Sin embargo, la cúpula culé y su entrenador, Xavi Hernández, llevaban tiempo con ganas de anunciar el fichaje del central de Ondárroa. ¿Qué le puede aportar al Barça el fichaje de Íñigo Martínez? 

Experiencia y liderazgo en la defensa

Íñigo es un defensor central que, a sus 32 años, ha demostrado su valía en la élite del fútbol español en sobradas ocasiones. Su principal fortaleza radica en su experiencia y capacidad de liderazgo, dentro y fuera del campo. A lo largo de su carrera, ha sido un referente en la defensa de la Real Sociedad en un principio y, más tarde, en la de su máximo rival, el Athletic Club. 350 partidos en Liga y 22 goles son las marcas de un central, considerado ya un catedrático en la competición doméstica. 

Su capacidad para organizar la línea defensiva y su conocimiento táctico ayudarán a una defensa en pleno proceso de relevo generacional. Tras las salidas de Piqué y Jordi Alba esta última temporada, el central vasco será el zaguero más veterano de la plantilla culé. 

Solidez defensiva y potente juego aéreo

Una de las asignaturas pendientes del Barça en los últimos años es el balón parado. Si bien se observó una mejora con la llegada de Xavi al banquillo, este sigue siendo un aspecto con mucho margen de mejora. Íñigo Martínez ama ser protagonista en ambas áreas. Es un guerrero por arriba y no le importa qué o quién se encuentre por el medio.

Será, sin duda, un fijo en los córners ofensivos del Barça y su testa será un imán de los balones que cuelguen Pedri, Dembelé o el futbolista de turno que se atreva a lanzar un centro en condiciones. Igual de duro es en el juego subterráneo, su solidez defensiva y su habilidad para anticiparse a las jugadas que ayudarán al equipo de Xavi a defender a campo abierto. 

Precisión en la salida de balón

Requisito indispensable para ser defensa del FC Barcelona. A no ser que te llames Carles Puyol, el cual iba tan sobrado de todo lo demás que no le hacía falta ser exquisito con el balón en los pies. Íñigo Martínez, por su parte, cumple con las pretensiones. Salida limpia de balón, precisión en el pase y facilidad para distribuir la pelota con criterio.

Además, es zurdo, el único que tiene el conjunto azulgrana en el centro de la zaga, si no contamos al rezagado, Clement Lenglet. Su calidad en la construcción de juego podría ser un activo para el Barça, ya que permitiría una transición fluida y una posesión de balón efectiva desde la primera línea.

Competencia y profundidad de plantilla 

Xavi siempre se ha mostrado partidario de tener todas las posiciones del campo duplicadas, aunque eso no siempre haya podido ser posible. El fichaje de Íñigo Martínez por el Barça le asegura al técnico egarense una profundidad de recursos en la zaga para evitar lo que ocurrió la pasada temporada: una plaga de lesiones atrás catapultó al equipo al infierno de la Europa League. 

Además, un equipo joven que viene de ganar una Liga con una increíble solvencia no se puede acomodar. La contratación de Íñigo supone un aviso a navegantes: ¡qué nadie se relaje! Un jugador con experiencia, que conoce todos los perfiles de delanteros a los que se pueda enfrentar, obligará a los futbolistas a mantener el gran nivel exhibido hasta el día de hoy y espabilará a los otros que aún no se han ganado el corazón de Xavi. 

No todo es oro lo que reluce

Aunque el vasco es un defensor sólido, también presenta algunas carencias que le pueden pasar factura en un equipo como el Barça. Íñigo Martínez no es especialmente veloz, lo que podría suponer un problema para frenar contraataques encabezados por delanteros rápidos y habilidosos. 

Otra de sus red flags es su desmedida agresividad en ocasiones. El central colecciona unas cuantas cartulinas rojas en su dilatada trayectoria, algunas de ellas en encuentros importantes. No obstante, sus estadísticas no son especialmente alarmantes para un jugador de su posición, pues promedia una tarjeta amarilla cada cuatro partidos. 

Uno de los problemas que han atormentado a Íñigo, sobre todo en el último año, han sido las lesiones. Esta pasada campaña, solo se pudo enfundar la camiseta rojiblanca en 18 partidos, ni un 50% del total. Ahora, está recuperado, pero la incertidumbre acerca de una posible recaída sigue latente.