El amistoso del FC Barcelona ante el Vissel Kobe no sólo ha servido para que el club azulgrana ingrese tres millones de euros en las arcas, ni tampoco para que Andrés Iniesta se despida de la afición del conjunto japonés. También ha sido útil para que algunos jugadores, especialmente Pablo Torre, demuestren la calidad que atesoran en las botas y su capacidad para triunfar a medio o largo plazo en el Barça.
El más destacado en Japón
El exjugador del Racing de Santander ha tenido muy pocas oportunidades este curso con el primer equipo, pero este martes fue el azulgrana más destacado en Japón. Su participación en el juego fue constante, y resultó decisivo en una primera parte para enmarcar al repartir dos asistencias de gol y enviar un balón al palo.
Todo un espectáculo que deja clara su calidad, puesto que dispuso de alguna que otra oportunidad clara para perforar la portería contraria. Sus controles orientados, regates, movimientos de ruptura y conducciones engatusaron al público del Estadio de Tokyo, y también a los barcelonistas que vieron el partido por televisión.
El centrocampista jugó en la posición habitual de Pedri González, como interior zurdo, y fue el futbolista que mejor combinó con sus compañeros durante la primera mitad. De hecho, con libertad de movimientos fue un auténtico peligro para los japoneses, y volvió a dejar claro que la visión de juego es una de sus mayores virtudes.
Pablo Torre, rematando una jugada contra el Vissel Kobe / REDES
Pablo Torre, carne de cesión
Eso es algo que Xavi Hernández nunca ha dudado, a pesar de no haberle dado apenas minutos a lo largo del curso. Pablo Torre tiene todas las papeletas para marcharse cedido en los próximos meses, teniendo en cuenta que varios clubes de Primera División han contactado ya con el Barça para solicitarle a préstamo.
El centrocampista cántabro se encuentra en la rampa de salida, a fin de que pueda jugar con regularidad en otro club de la élite. La idea es que siga creciendo para poder repescarle en el futuro. Calidad, la tiene. Ahora, le tocará pulir el resto de aspectos del juego. A sus 20 años, todo es posible.