El jugador del FC Barcelona, Alejandro Balde, ha tomado partido sobre los insultos racistas a Vinicius Jr durante el Valencia-Real Madrid. El lateral azulgrana considera que "se debería parar el partido y no se debería volver a jugar". El Comité de Competición ha ordenado cerrar durante cinco partidos la grada Mario Kempes del estadio de Mestalla. De ese sector salieron los descalificativos al jugador madridista.
"Ante el primer insulto racista se debería parar el partido y no se debería volver a jugar. Eso haría que la gente dejara de hacerlo. En las calles el racismo es más complicado de parar, pero en el fútbol sí que se puede hacer algo importante", ha explicado el futbolista del Barça en diálogo con la revista GQ España. El canterano azulgrana ya había comentado dos corazones en una publicación de Vinicius en Instagram.
Balde, tajante contra el racismo
El aspirante a titular en el Barça la temporada que viene ha censurado contundentemente los insultos contra Vinicius en Mestalla: "El racismo no se puede justificar de ninguna manera. No te puedes meter con un jugador por su color de piel, haga lo que haga". El extremo del Real Madrid mantuvo un pique dialéctico constante con la grada que alcanzó el punto álgido a raíz de su expulsión. El Comité de Competición ha sancionado al Valencia con el cierre de la grada Mario Kempes durante cinco partidos, además de una multa de 45.000 euros y la retirada de la tarjeta roja a Vini.
Balde ha lamentado que la actitud de los padres en los campos de fútbol se transmite a los hijos. Esta sucesión generacional por imitación propaga una lacra de la sociedad como es el racismo: "Si un padre le dice 'mono de mierda' a Vinicius, es muy probable que su hijo, que está a su lado, se lo diga a un niño negro en el colegio. El comportamiento de los estadios se repite en la calle. Los racistas van a insultar a obreros, a trabajadores por el color de su piel. Da igual que la persona tenga dinero o no".
El racismo en la calle
El carrilero de 19 años reconoce que "no he tenido ningún problema de racismo en el mundo del fútbol, pero sí que lo he tenido en la calle". Balde sí que ha sufrido de cerca la discriminación a su familia por el color de piel: "Cuando era pequeño recuerdo querer jugar un partido en un parque y los niños decirme a mí y a mi hermano que sus familias no les dejaban jugar con negros".
"Mis padres han tenido problemas para conseguir trabajo por el color de su piel. A mi hermano le han parado y le han pedido la documentación sin sentido. Te dicen '¿Qué estás haciendo aquí?' solo por tu color de piel", explica Balde.