La segunda mitad de temporada se interpone entre el FC Barcelona y la conquista de títulos. La entidad culé se juega trofeos muy importantes, como es el caso de la Liga o la Europa League. Estos meses tan decisivos implican también un examen para algunos jugadores que no tienen su presencia asegurada para el siguiente curso, como es el caso de Ansu Fati, Raphinha y Ousmane Dembelé. Los tres atacantes tienen en juego su futuro dentro del elenco azulgrana.
Los mencionados futbolistas son considerados dentro del Barça como carne de traspaso. Si bien son perfiles de mucho potencial para Xavi Hernández, lo cierto es que la delicada situación financiera del club obliga a realizar una venta para equilibrar las cuentas para la 2023-24. No hay nada asegurado en este sentido, pero desde la directiva de Joan Laporta ya empiezan a considerar la opción de traspasar a un jugador con mucho peso en el mercado.
Los factores de cada venta
La posible salida de Ansu Fati generaría un sorpresivo impacto en el barcelonismo, en especial si tomamos en cuenta que es el heredero del dorsal 10, de Lionel Messi. Pero lo cierto es que las lesiones han truncado su prometedora evolución en los terrenos de juego. Su poca continuidad en el once de Xavi ha hecho que Jorge Mendes --agente del delantero-- empiece a mover ficha para encontrar un equipo que le asegure más protagonismo. El representante portugués sabe que el canterano tiene mucho caché en el panorama internacional, lo que podría beneficiar al Barça en términos de ingresos.
En esa misma línea se encuentra Raphinha. El atacante brasileño ha tenido dificultades para adaptarse al FC Barcelona. Su rendimiento ha sido un tanto irregular, por lo que no existe un consenso en torno a su figura dentro del club. El desempeño que tenga en el segundo tramo de temporada marcaría su futuro dentro del equipo culé. En la entidad saben que tiene buen mercado dentro de la Premier League y que podrían acordar una venta cercana a los 50 millones de euros.
Por último, pero no menos importante: Dembelé. Se trata de uno de los jugadores que más ha sido defendido por Xavi Hernández, pero que todavía sigue sin demostrar esa regularidad deseada. Además, el factor que impulsaría su salida es la famosa cláusula de rescisión de 50 millones de euros, que sería una invitación formal para un montón de clubes importantes de Europa. Al igual que sus demás compañeros, tendrá que ganarse por completo su permanencia en el club y con ello una posible renovación de su contrato, el cual finaliza en 2024.
Las palancas ahora son los traspasos
La nueva normativa financiera de la Liga, que impide a los clubes del fútbol español vender activos para beneficiarse en el Fair Play Financiero, ha dejado al FC Barcelona en una posición complicada. Si bien desde antes ya se contemplaba la opción de vender a un jugador de peso mediático, lo cierto es que ahora se ha vuelto casi una necesidad de cara a 2023.
Antes se consideraba a Frenkie de Jong como carne de traspaso, pero ahora su perfil es considerado como imprescindible en el proyecto deportivo, lo que implica que actualmente el foco esté concentrado en Ansu Fati, Dembelé y Raphinha. Los tres jugadores se juegan su continuidad como azulgranas en un tramo que será decisivo para volver a la senda de los títulos en el club.