El Atlético de Madrid ya empieza a dejar pistas sobre lo que sucederá en los próximos mercados de fichajes. Pero no en este caso acerca de alguna incorporación, sino sobre una salida. La entidad colchonera empieza a hacerse de la idea que Joao Félix no seguirá vistiendo los colores rojiblancos después de esa temporada. Al menos así lo ha reflejado Gil Marín, que reconoce que el deseo del jugador es marcharse de cara al 2023.
El consejero delegado del equipo madrileño fue entrevistado en Televisión Española, en donde habló acerca de la actualidad de algunos de los jugadores dirigidos por el Cholo, como fue el caso de la joven estrella portuguesa. “Es la apuesta más grande que ha hecho el club. Yo creo que tiene el nivel máximo mundial pero por los motivos que ahora no merece la pena entrar, la relación entre el míster y él no es buena, ni su motivación”, aseguró.
Del mismo modo, Gil Marín añadió que “lo razonable es pensar que sales aunque me encantaría que siguiera, pero esta no es la idea del jugador”. Un mensaje bastante claro acerca de los planes del Atleti de vender al jugador después de finalizar la Copa del Mundo. Entre los interesados se encuentra el Barça de Joan Laporta, que nunca ha ocultado su deseo de hacerse con los servicios del atacante de 23 años.
Las dudas de Laporta
En el 2021, el presidente del FC Barcelona intentó realizar el fichaje de Joao Félix con la propuesta de un intercambio por Antoine Griezmann; sin embargo, la entidad rojiblanca no aceptó esas condiciones. En aquel momento la directiva azulgrana tenía cierto margen de maniobra para encajar en el límite salarial al delantero portugués, pero ahora el contexto es un tanto más complicado, lo que hace dudar a Laporta.
En este sentido, la principal duda del dirigente del Barça está entre un fichaje de gran peso económico --Bernardo Silva o Joao Félix-- o una apuesta más fácil con el posible regreso de Lionel Messi. El astro argentino todavía no tiene decidido su futuro y desde el club catalán contemplan su incorporación. Su salario representaría un gasto enorme, pero la diferencia más grande está en que llegaría a coste cero, lo que facilitaría un poco las cuentas de la entidad.