Malestar obvio en el FC Barcelona. Todo el mundo está enfadado, triste y decepcionado.
Los más molestos son los socios y aficionados, indignados ante la inexplicable derrota en Anfield con un Barça cuyos jugadores, hombre por hombre, se suponen mejores que los del Liverpool y que, a mayor abundamiento, habían tenido más días de descanso.
Además del descontento totalmente justificado de la hinchada, también los jugadores, cuerpo técnico y miembros de la junta directiva están muy tocados. Ernesto Valverde no es una excepción.
El entrenador del Barça dio la cara tras la bochornosa eliminación y en su rostro se adivinaba un permanente gesto de dolor, escenificado en sus movimientos de mandíbula. Dio las explicaciones que pudo y supo, pero no contentó a nadie.
El principal señalado
Desde entonces, el técnico azulgrana es el principal señalado. También algunos jugadores, como Rakitic por su escapada a Sevilla y, especialmente, Coutinho están en el disparadero. Pero la mayor parte de las críticas están focalizadas en Valverde.
Culemanía se ha puesto en contacto con su entorno para tratar de averiguar cómo está el Txingurri a unas horas de su próxima rueda de prensa, que promete ser devastadora.
Coutinho y Valverde en la presentación del brasileño como futbolista blaugrana / FCB
Aunque no querían hablar mucho, personas muy cercanas al entrenador del Barça accedieron a contar brevemente como se encuentra: “Ernesto está muy afectado”.
No se descartan despido o dimisión
“Ha perdido dos años seguidos con ese cataclismo… obviamente no es un momento agradable”, aseguran antes de reconocer que “las piedras en el camino siempre te hacen dudar”, en referencia a la posibilidad de seguir en el Barcelona.
Sin embargo, a la pregunta sobre si se plantea la dimisión, son tajantes: “No es el momento de hablar de esto”.
En una última pregunta, sobre la dificultad que supondría seguir otro año acumulando las derrotas de Roma y Anfield a sus espaldas, la respuesta es clara y concisa: “Ernesto no es tonto”. El Txingurri sabía donde se metía y está preparado para lidiar con ello, pero su continuidad no queda clara.
Finiquito pactado
Valverde renovó su contrato con el Barça el pasado 15 de febrero hasta 2020 con un año opcional. La noticia generó un gran revuelo en las redes sociales, pero tenía trampa: en el acuerdo hay una cláusula por la que ambas partes pueden rescindir el acuerdo de forma unilateral.
El primer contrato del Txingurri contemplaba un finiquito pactado en caso de que tanto el club como Valverde no quisieran cumplir el acuerdo hasta el final. Una cláusula que se mantuvo en la renovación porque solo supuso ampliar la duración del vínculo entre las partes.
Esto quiere decir que la posibilidad de que Valverde no siga en el Barça es más factible de lo que parece. Sin embargo, y según pudo saber Culemanía, la decisión no se tomará hasta después de la final de la Copa del Rey.