El día fatídico en que se rompió algo entre Ansu Fati y Hansi Flick: le puso la cruz

Las expectativas del barcelonismo con la resurrección de Ansu Fati se desinflaron progresivamente en la temporada 2024-25. Hasta perder toda esperanza. De conjurarse con el técnico Hansi Flick y el cuerpo técnico para recuperar su mejor versión, a ni siquiera poder despedirse de la afición en Montjuïc. El 10 del FC Barcelona no levanta cabeza, y ha tirado la toalla. El canterano azulgrana se marchará cedido al AS Mónaco, después de sufrir un año de ostracismo en el banquillo. 

A principios de curso, el estratega germano confiaba plenamente en el delantero de 22 años. Pese al frenazo en seco a su progresión tras la inoportuna irrupción de una fascitis plantar, Flick lo mantenía en sus planes para la rotación. De regreso, listo para estrenarse en septiembre, una vez recibida el alta médica, el míster se deshizo en elogios hacia el joven delantero.

Apagado por las lesiones

"Cuando vuelves de una lesión tienes que adaptarte. Tenemos buena comunicación con él y con el equipo médico para darle la oportunidad. Necesita minutos para volver. Vamos con cuidado, pero lo que hemos podido ver es que ya está a otro nivel y que nos puede ayudar mucho", llegó a aseverar el entrenador alemán en la rueda de prensa previa al partido contra el Villarreal. 

Ansu Fati controla el balón en un entrenamiento del Barça en Arabia Saudí, defendido por Ronald Araujo FCB

El atacente oriundo de Guinea-Bisáu llegó a encadenar cuatro participaciones en octubre y otras dos en noviembre, solo un encuentro como titular, sin hallar el premio del gol. Hasta que una nueva dolencia llamó a su puerta. El atacante azulgrana sufrió una lesión muscular en el bíceps femoral y permaneció otro mes de baja. De ahí en adelante, no volvió a asomar la cabeza salvo en contadas ocasiones. Algo se torció.

Ostracismo

Desde diciembre hasta marzo, solo volvería a vestirse de corto una sola vez como revulsivo en el debut de Copa del Rey contra el Barbastro (0-4). Flick le puso la cruz a partir de la Supercopa de España, cuando excluyó al jugador de la convocatoria para los dos partidos. Ansu, decepcionado con su nula participación, estuvo especialmente apagado en los festejos del primer título de la temporada. 

Su marginación prosiguió en los dos siguientes compromisos ante el Getafe y el Real Betis, fuera de la lista elegida por el técnico. El preparador alemán cambió diametralmente su discurso en rueda de prensa y le abrió la puerta de salida para el mercado de invierno: "Soy siempre sincero con los futbolistas y también lo he sido con Ansu Fati. El futuro depende de lo que él quiera. En verano dije que estaba preparado para rendir al máximo, pero no ha dado el 100% desde la lesión. Es una pena para él y para nosotros. Entonces yo estaba convencido de que lo daría todo". 

Sin despedida

Flick delegó en el futbolista la decisión sobre su futuro inmediato: "He sido honesto con Ansu. Hablamos de varias opciones y ahora es su decisión. Si quiere quedarse está bien, es un jugador de la Masia". Con esto, el que fuera considerado por muchos el heredero de Leo Messi decidió rechazar las ofertas de otros equipos y luchar por el club de sus amores. 

Una decisión fallida, ya que Ansu apenas disputó otros tres partidos: un regreso testimonial ante el Borussia Dortmund para los últimos cuatro minutos, y dos titularidades ante rivales de menor entidad como RCD Mallorca y Real Valladolid. En el mes de abril, durante la remontada contra el Celta (4-3), después de calentar durante varios minutos en la banda, el míster lo mandó nuevamente al banquillo. El 10 no pudo reprimir su frustración y pagó su enfado a base de patadas contra el banquillo.

Raphinha, Ansu Fati, Gavi y Ronald Araujo, en la cena de celebración del Barça FCB

Con el alirón de Liga ya sellado, Flick ni siquiera le brindó una despedida ante el barcelonismo en Montjuïc ni un último baile en San Mamés. Su último partido vestido de azulgrana se remonta al 3 de mayo. Un desenlace triste para una estrella a quien las lesiones no dejaron brillar.