Pedri conduce el balón durante el Barça-PSG CULEMANÍA
La lesión de Pedri no es un accidente puntual, todo lo contrario, es un síntoma estructural. Algo se está haciendo mal en la Ciudad Deportiva. No puede ser que, año tras año, el Barça viva atrapado en la misma espiral de lesiones musculares. A pesar de que el club hable de mala suerte, hay algunas que ya no cuelan. No es mala suerte, es mala planificación.
Un equipo que quiere aspirar a la Champions o a la Liga no puede competir con medio vestuario en la enfermería. Sin Pedri, sin Lewandowski, sin Dani Olmo, sin Raphinha… sin aquellos que tienen que marcar diferencias, es casi imposible mantener el nivel de exigencia que piden las competiciones.
Esta situación exige autocrítica y decisiones valientes. Una vez más, hay que revisar de arriba abajo la preparación física, los protocolos médicos y la gestión de minutos. El Barça no puede continuar normalizando esta fragilidad física.
Lamine sufre, Vinicius se pierde
El Clásico nos dejaba mucho más que un mal resultado para el Barça en el marcador. El Clásico volvía a poner en el centro del debate a dos de las figuras más mediáticas del momento, Lamine Yamal y Vinicius Jr. Los dos, por motivos muy diferentes, han sido motivo de debate y de preocupación entre sus seguidores.
Lamine, con solo 18 años, ya es el referente de un Barça que echa de menos su mejor versión. Su bajo rendimiento las últimas semanas ha despertado las críticas de todos aquellos haters que se las tenían guardadas desde hace tiempos Sus palabras en la Kings League cada vez me parecen más anecdóticas y menos estridentes. El problema de Lamine no es su vida extradeportiva, el problema del crack de Rocafonda es una molesta y dolorosa pubalgia que tarde o temprano superará y le permitirá volver a mostrar de qué pasta está hecho.
Mientras tanto, Vinicius, vive en un estado de crispación constante que lo llevó a encararse con Xabi Alonso. Palabras mayores. Su brillantez dentro del campo se ve a menudo eclipsada por la polémica que también genera pero en esta ocasión se equivocó de destinatario. Con esta última pataleta ha conseguido que el madridismo diga basta y le haya puesto al brasileño el cartel de transferible.
Con todo, después del Clásico, tengo la sensación que el reto más grande para Lamine será el de convivir con la presión de un entorno demasiado exigente mientras que, Vinicius, a pesar de ganar el Clásico, ha quedado como el gran perdedor de la semana y tendrá que esforzarse más que nunca para revertir la situación con su propia afición.
Tres son multitud
La vuelta de Joan Garcia después de su lesión será, sin duda, una de las mejores noticias para el Barça de Flick. El equipo necesita volver a tener la presencia del portero de Sallent, un futbolista que aporta seguridad, liderazgo y tranquilidad atrás, cualidades que se han echado de menos en muchos partidos en esta primera parte de temporada.
Hay que reconocer que Szczesny ha respondido con buena nota durante su ausencia pero no es lo mismo. El polaco ha mantenido el listón alto y ha demostrado que puede ser un recambio de garantías en los momentos clave. Tek es el suplente perfecto, está preparado para cuando Joan no esté disponible pero no hay ni punto de comparación entre uno y otro.
Y mientras tanto, el tercero en discordia, es Ter Stegen. La situación del alemán es más que complicada.Todavía lesionado, todo apunta que si quiere tener minutos y aspirar al Mundial con Alemania, tendrá que buscar salida en enero. Veremos si ha tomado ya una decisión, pero el futuro de Ter Stegen ya no pasa por el Camp Nou.