Quién más quién menos presentía lo que finalmente ha pasado con el nuevo Camp Nou. Cuando Elena Fort utilizó la frase “imponderable de fuerza mayor” como excusa del primer retraso en la entrega de la obra, muchos culés imaginaron que aparecerían otros problemas y no a los que ella hizo referencia como una pandemia o una catástrofe mundial. 

El mismo presidente del club, Joan Laporta, fue más lejos todavía. Adelantó que “los culés ya saben que el nuevo Spotify Camp Nou es una realidad”, y que podían pasar a observar lo adelantado que estaba. Dijo además que para finales de 2024 estaría listo. Pero aún avanzó que “el 10 de agosto, para el Gamper, volvemos a casa”. 

Pues no. Habrá que esperar un poco más. En el Gamper no se podrá hacer el interesante test que se pretendía para estrenar la obra de Limak. Han estado afortunados los compañeros del programa Onze de TV3 al llamar el caso “La historia interminable de la vuelta al Camp Nou”.

El candidato a la presidencia Víctor Font no se ha querido callar el nuevo resbalón del presidente y ha dicho: “Es increíble que siendo el mejor club del mundo hagamos el ridículo con constantes promesas incompletas”. Añade Font que sorprende que el club lance una campaña publicitaria anunciando la vuelta para el Gamper cuando ningún experto en el sector lo veía factible

Que no hace falta jugar con las expectativas de los barcelonistas es una cruda verdad. Todo el mundo estaba ilusionado con el estreno. Que todo huele a improvisación y recuerda otros casos que abrazan más el engaño que la realidad.

Elena Fort ya avanzó que si había algún retraso no sería por culpa del Barça ni de la empresa constructora. Igual que pasó con la renovación de Leo Messi o con el fichaje de Nico o de Luis Díaz. Al final, la culpa será del Ayuntamiento o del mismo tiempo que pasa demasiado deprisa.