¿Por qué Gerard Piqué ha fracasado con la Copa Davis?
La intrahistoria y los motivos que explican la rescisión contractual de Kosmos con la ITF
17 enero, 2023 00:24En su cabeza era un negocio espectacular. Pero como suele pasar con algunas ilusiones y planes de futuro, el castillo de naipes se ha derrumbado por un soplo de realidad. Cuando Gerard Piqué llegó a un acuerdo con la Federación Internacional de Tenis (ITF) en agosto de 2018, pensó que conseguiría revolucionar el viejo formato de la Copa Davis y convertirlo en uno de los torneos más atractivos del año.
Una apuesta sin margen de rentabilidad
Kosmos se comprometió a pagar 3.000 millones de dólares en un contrato de 25 años, con un fee medio de 40 millones por edición. “Será bueno para el tenis. Lo veo como una visión a largo plazo”, aseguró entonces el exfutbolista del Barça. Cinco años después, ese canon anual ha acabado convirtiéndose en un obstáculo insalvable. Un muro demasiado alto como para que la empresa de Piqué, por mucha financiación externa que haya buscado, pudiese generar beneficios lo suficientemente sólidos para seguir adelante con el torneo.
Las razones de la rescisión contractual, de hecho, están relacionadas estrictamente con las pérdidas económicas de Kosmos, que no podía hacer frente a unos pagos potenciales de alrededor de 900 millones de euros --solo en concepto de canon--. Fuentes no oficiales señalan que la federación se ha tenido que hacer cargo, al menos este año, de los premios de 10 millones pactados por la empresa de Piqué con los jugadores, además de los impuestos pendientes de pago, según desvela el diario francés L'Équipe.
Kosmos, sin embargo, publicó en las últimas horas un comunicado en el que afirmaba lo siguiente: "Los premios en metálico se abonarán a su debido tiempo, cuando se cumplan los requisitos de las naciones participantes en las últimas ediciones". Pague quien pague el dinero atrasado de la presente edición a los tenistas y federaciones, lo cierto es que la empresa de Piqué no ha soportado la exigencia económica que supone celebrar anualmente un torneo de semejante calibre. “El acuerdo era demasiado exigente para nosotros”, valoran fuentes internas de Kosmos, incapaz de lograr un margen de rentabilidad a la inversión.
Los patrocinadores, insuficientes
Piqué y su plana mayor intentaron achicar aguas y tapar el agujero económico. Pretendían rebajar el fee anual de 40 millones de dólares, pero la ITF no lo puso fácil. La Federación se negó a renegociar dicho canon, que ya se rebajó a solo 10,2 millones en 2020 --por la pandemia del coronavirus-- y a 19,7 millones en 2021. En 2022, Kosmos debía pagar 32 millones, otros 36 en 2023 y 44 kilos para 2024, según datos publicados por 2Playbook.
A nivel de patrocinios, los amiguismos de Piqué tampoco han servido para salvar la apuesta. En los cinco años que la empresa de Piqué ha controlado la Copa Davis, no se han captado los ingresos esperados por sponsors. El patrocinador principal Rakuten, cuyo propietario es amigo personal de Piqué --gracias a Shakira, por cierto--, no tenía previsto ampliar su contrato para 2024. Los otros patrocinadores en 2022 eran Juve&Camps, LaLiga, Lexus, Cervezas Victoria y Quadcode y Socios, muy variadas y de oferta reducida.
El dinero árabe no acudió al rescate
Kosmos también intentó un cambio de ubicación para celebrar la Copa Davis en Dubai, pero las negociaciones se rompieron al no poder garantizar la presencia de los mejores tenistas en el torneo, debido al exceso de kilometraje durante el curso. En Oriente Medio estaban dispuestos a lanzar una aportación anual de 35 millones de euros, pero la operación no llegó a cuajar y el contrato nunca se cerró. Piqué se quedó sin "plan B", y eso fue la gota que colmó el vaso.
Ni siquiera los 41 millones de euros de dinero público obtenidos por Kosmos de las distintas sedes, sumando las ediciones de 2019, 2021 y 2022, han servido para mantener a flote el acuerdo con la ITF. Así es como el exfutbolista culé se ha visto obligado a dejar ir uno de los proyectos que más le ilusionaban. Punto, set y partido al limbo por culpa de la incertidumbre económica. Y otro tropiezo más para un Piqué que no gana para disgustos en los últimos días.