Manel Arroyo y Gerard Guiu llegaron casi a las manos en el clásico
El palco presidencial vivió con estupor la incómoda enganchada entre los dos ejecutivos
28 diciembre, 2019 03:22Una de las historias turbias que pasó desapercibida tras el polémico clásico del pasado 18 de diciembre no tuvo que ver ni con los jugadores, ni con los árbitros, ni con los manifestantes independentistas. Salpicó, curiosamente, al palco presidencial donde se encontraban, como es normal en un encuentro de semejante enjundia, varios miembros de la junta directiva del Barça.
Los protagonistas del incidente, sin embargo, ya no están vinculados al club. Son el exdirectivo Manel Arroyo y el exempleado Gerard Guiu. Ambos fueron invitados a ver el partido por el liderato de la Liga pero, en cuanto se toparon de frente, trasladaron la tensión del terreno de juego al palco.
Según ha podido saber Culemanía, había algunas cuentas pendientes entre ambos. Asuntos silenciados que habrían llevado a la dimisión sorpresiva de Arroyo en verano de 2018, dejando el cargo que ostentaba como vicepresidente responsable del área de media y comunicación, y a la salida de Guiu, que ejercía de responsable de desarrollo de la marca Barça en Estados Unidos.
Expediente abierto
Fuentes presenciales de los hechos informan a este medio que ambos tuvieron unas palabras y que “casi llegan a las manos”. Al parecer, se evitaron desde el principio del partido y no se dirigieron la palabra hasta que terminó, cuando ya no quedaba tanta gente en el palco. Las mismas fuentes aseguran que fue Gerard Guiu quién se dirigió a Arroyo y removió las aguas.
Bartomeu y Manel Arroyo posan con el pentacampeón de motociclismo Mick Doohan / FCB
Guiu se acercó a Arroyo, que se encontraba charlando con Jordi Moix, y le recordó que todavía hay un expediente abierto contra él en el club, generado en su momento por la anterior compliance officer, que dejó el Barça hace un año. Las mismas fuentes informan que “Guiu acusó a Arroyo de actuar en contra de los intereses del club, de no respetar el código ético de la entidad y de haber utilizado su posición en el Barça para fines personales”. Acusaciones ante las que el accionista de Dorna perdió los papeles.
La gota que colmó el vaso
Arroyo, visiblemente ofendido por las palabras de Guiu, le “tiró un vaso de agua a la cara” y le dijo algo así como “debería partirte la cara”. Pero la discusión no fue a mayores, según la versión de distintas personas que presenciaron el encontronazo. En algunos casos interpretan que Guiu fue a provocar. En otros, consideran que éste tiene razón y que Arroyo debería dar explicaciones.
El motivo de la pelea se remonta a una serie de acontecimientos acumulados desde que Manel Arroyo ejercía de máximo responsable de comunicaciones y sponsoring del Barça y Gerard Guiu era el responsable de marca del club en Nueva York. En la oficina estadounidense del club se fraguaron diversos episodios de tensión que desembocaron en un malestar creciente que estalló hace menos de 10 días en el Camp Nou.
El tapado de la historia
El actor secundario oculto en la raíz del problema es Arno Trabesinger, exdirector de la oficina de Nueva York. Amigo personal del accionista de Dorna y supuesto colaborador suyo en el Mundial de Motociclismo, salió del club en febrero de 2018, tras ser rescindido su contrato.
Arno Trabesinger, exdirector de la oficina del Barça en Nueva York / FCB
Arno se las tuvo en más de una ocasión con Guiu por distintos motivos, entre otros, por supuesta “discriminación racial y homófoba”. También se enfrentó con el venezolano Arturo de la Fuente.
Las voces de Guiu; el silencio de Arroyo
Pero el principal punto de fricción con el exvicepresidente es que Guiu habría ido diciendo que “Arno estaba enchufado en el Barça por Arroyo” y que habría aprovechado su presencia en la Gran Manzana para centrarse más en “sus intereses particulares que en el club”.
Todo esto al margen de otras acusaciones de menor entidad que salpican a la familia de Manel Arroyo, quien por el momento declina hacer declaraciones al respecto. Ninguno de los implicados directos en este embrollo sigue en el Barça.