Entrevista a Sergi Albert: "Yo hacía los mismos informes que Negreira, pero gratis"
El exárbitro catalán, sorprendido por la "torpeza" del Barça, sostiene la teoría del "chantaje"
16 marzo, 2023 00:39Sergi Albert Giménez (Barcelona, 1948) nunca se ha mordido la lengua. Menos aún cuando se trata de José María Enríquez Negreira, a quien conoce muy bien de los años en que coincidieron en el Comité Técnico de Árbitros (CTA). El excolegiado catalán (74) y Negreira (77) comenzaron sus carreras arbitrales a finales de los años 70, la desarrollaron durante los 80 y se retiraron a principios de los 90. Sergi Albert debutó la temporada 1971-72 y dirigió partidos de Primera División entre las campañas 1987-90. Fue juez de línea internacional, pitó partidos de selecciones nacionales, de la Copa de Europa, Recopa y la UEFA. Apareció en TV3 como analista arbitral, y participó en diferentes programas deportivos.
Tras haber desvelado en los últimos días que el antiguo vicepresidente del CTA trató de presionarle cuando estaba en activo, ahora ha concedido una entrevista a Culemanía en la que analiza los entresijos del terremoto que afecta al fútbol español. Y en especial, al FC Barcelona. Sergi Albert, de hecho, se muestra sorprendido por la inocencia y "torpeza" del club azulgrana, del que sospecha que fue "chantajeado" durante años por Enríquez Negreira. "La verdad es que él tenía un lenguaje verbal y corporal que intimidaba", recuerda sobre su antiguo superior. Pese a ello, nunca le tuvo miedo.
P: ¿Cómo era Enríquez Negreira? Y no me refiero sólo al ámbito profesional, también como persona.
R: Negreira era un echao palante, una persona que siempre hablaba con un cierto grado de superioridad. Su lenguaje corporal y verbal siempre era así, de superioridad frente al resto. Según él nunca pedía y eran los demás los que le iban detrás. Eso a mucha gente le intimidaba, porque por norma habitual tenemos una tendencia general de mirar a los de arriba con cierto temor a saber qué pueden hacernos. Yo he tenido la suerte de hablar con personas de muy elevado nivel, y les hablaba de usted. Este señor únicamente tenía un cargo superior a mí. Pero nos trataba a todos, en cambio, como si fuera mejor que nosotros. Era su forma de relacionarse. Sacaba pecho siempre. Y creo que, conmigo, captó que a lo mismo me daba hablar con un primer ministro que con quien fuera.
P: ¿Se esperaba usted toda esta polémica entre Enríquez Negreira y el Barça? ¿Le sorprende?
R: Del FC Barcelona no me lo esperaba, la verdad. Si te digo la verdad, por las mañanas cuando me levanto todavía no me lo creo. Ni por Negreira, que no esperaba esa actitud suya, ni tampoco esperaba que el Barcelona, bajo mi humilde punto de vista, fuera tan torpe. Que conste que lo digo desde el desconocimiento.
P: ¿Hay forma de reparar el tremendo daño que está sufriendo la imagen del Barça? ¿Qué piensa usted de esta crisis reputacional?
R: Al Barça le será difícil superar esta crisis, porque está tardando mucho en dar explicaciones. Todavía no ha esclarecido nada. Aún no ha explicado por qué pagó esos siete millones de euros. Yo sigo sin saberlo, todo el mundo guarda silencio mientras el resto contiene el aliento. No sé por qué esos informes que pedía a Enríquez Negreira no me los pidió a mí, que los hacía antaño y además los hacía gratis.
P: ¿Es posible que el club haya sido chantajeado durante años?
R: Yo creo que sí, que Negreira sabe algunas cosas del Barcelona que ellos no quieren que se sepa. Y por eso los ha chantajeado, seguramente aprovechando el error del Barça al pagar al vicepresidente del CTA. El burofax es una prueba de ello. Pero eso es mi opinión, claro. Cuando la investigación sea concluyente o el club dé una explicación coherente al respecto, pues ya veremos.
P: ¿Por qué ningún presidente paró la colaboración?
R: Mi idea es que parte de ese dinero que Negreira ganaba, lo utilizaba para pagar a ciertas personas que con ello han hecho o deshecho algunas cosas. Quizás también por chantaje. Yo no voy a explicar que las actitudes y comportamientos de algunas personas los justifiquen, por muy presidentes que sean. No doy clases de moral. Pero si no lo pararon, tienen que asumir que en la vida la gente se forma su opinión como consecuencia.
P: Se dijo que, con los pagos, el club buscaba asegurarse una cierta neutralidad arbitral...
R: La neutralidad no se busca así. Se busca organizando el sistema de otra manera, pero sabiéndolo también los demás equipos. Encontrando una fórmula legal.
P: Pero llegados a este punto, ¿tiene solución todo este embrollo?
R: La tiene. Habría que sentarse, hablar, hablar y hablar. De todas formas, no creo que el daño sea irreparable. Ni para los árbitros, ni para el Barça. El Comité no está haciendo nada, todo el mundo callado. Y eso es porque hay algo que tapar. Abramos las puertas, ventilemos, comprobemos que no pasa nada con los árbitros actuales, y luego ya arreglaremos el pasado. Pero primero hay que dejar el presente limpio y transparente para que la competición avance”.