La enésima jugarreta del PSG al Barça
La previsible llegada de Messi a París alimenta una relación convulsa (y desigual) en los últimos años
9 agosto, 2021 13:17La previsible llegada de Leo Messi al PSG alimenta una relación más que convulsa entre las dos entidades protagonistas de este culebrón. Una historia de desencuentros que desde hace algo más de un lustro casi siempre tiene un mismo final: el Barça sale perdiendo.
Se podría decir que el inicio de todo tuvo lugar en 2015, cuando la junta de Josep Maria Bartomeu negociaba una renovación del patrocinio del en ese momento principal sponsor de club, Qatar Airways. La no renovación de ese contrato, con el ex directivo Manel Arroyo como principal parte implicada del lado blaugrana, abrió la caja de los truenos.
Desde entonces, el club parisino, sostenido institucional y económicamente desde la monarquía absolutista de Oriente Medio, ha sido la principal bestia negra de los blaugrana en los despachos.
Neymar y varios fichajes frustrados
La jugarreta más conocida y sonada tuvo lugar en el verano de 2017, justo cuando el patrocinio de la aerolínea qataría caducaba en la camiseta del Barça. Entonces desde París se llevaron pocas semanas antes del inicio de la nueva temporada a Neymar Jr., en un movimiento que descolocó por completo a la institución y que desencandenó una serie de decisiones deportivas con efectos nefastos para el club.
Nasser Al Khelaifi y Neymar, en la presentación del brasileño como nuevo jugador del PSG, en 2017 / EFE
Pero la lista de agravios no se queda ni mucho menos ahí. En mercados sucesivos el Barça ha intentado fichar a varios jugadores del PSG para reforzar zonas claves de su plantilla. Dos de los culebrones más sonados fueron los de Marco Verratti y Andre Rabiot, dos jugadores muy deseados en la secretaría técnica culé, pero cuya salida de París fue vetada por sus dirigentes.
Algo parecido ocurrió con Marquinhos. El central brasileño se convirtió durante varias temporadas en el objetivo número uno del Barça para apuntalar su defensa, en un momento en el que el jugador no era titular en París. De nuevo, el PSG impidió su marcha y hoy es capitán y líder del vestuario en la capital francesa.
El caso Simmons
Más recientemente, otros movimientos también castigaron duramente al Barça. Uno de los que pueden resultar más dolorosos en el medio plazo fue la marcha del canterano Xavi Simons, en el verano de 2019, al PSG. El jovencísimo jugador, representado por Mino Raiola, ya se ha consolidado como una pieza importante del primer equipo de la entidad francesa. Y que apunta muy alto.
Xavi Simons en un partido con el FC Barcelona / FCB
Finalmente, el verano pasado, el PSG se llevó gratis a Rafinha en un intento desesperado de la junta de Bartomeu por reducir la carga salarial del club.
¿Acuerdo desde hace meses?
A falta de que se cierren los flecos del fichaje, la incorporación de Leo Messi sería un puñal más, quizás el más doloroso, de esta desigual relación entre ambas entidades. La marcha del crack argentino sigue dejando, además, numerosas incógnitas.
Aunque el delantero rosarino negó en su comparecencia este domingo tener nada cerrado con el PSG, crecen las sospechas en las últimas horas de que el acuerdo entre el jugador y el club francés podría llevar meses sobre la mesa.
Tal y como informó Culemanía a comienzos de este año, la parte económica y la oferta de tipo institucional ha podido ser clave para que el diez acabe recalando en el equipo financiado por los millones qataríes. Una jugarreta más en una relación que ha pasado una grave factura en Can Barça.