El Barça dispara la deuda a 1.350 millones con Laporta

El misterio se ha desvelado. El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha comparecido en una beligerante rueda de prensa que ha servido para ofrecer algunos datos de la situación económica del club y que ha parecido un paripé para volver a echar las culpas de todo a la anterior gestión de Josep Maria Bartomeu. El nuevo presidente se empeña en señalar culpables en lugar de ofrecer soluciones que brillaron por su ausencia en su ruidosa comparecencia. 

Josep Maria Bartomeu en un acto del Barcelona / EFE

Josep Maria Bartomeu en un acto del Barcelona / EFE

La situación del Barça es dramática. Ese era uno de los adjetivos recurrentes de Laporta para describirla. Sin embargo, el detalle de la misma era algo desconocido. La famosa auditoría era el mecanismo encargado por la junta directiva para esclarecer toda clase de detalles de cara a ese asunto capital en la entidad azulgrana.

El objetivo de la rueda de prensa era presentar la Due Diligence y eso no se ha producido. Es más, se ha aplazado a septiembre. Se ha tomado mucho tiempo en contestar a Josep Maria Bartomeu y su carta enviada la semana pasada, pero aún quedan muchos aspectos por aclarar.

Los datos: incompletos

Lo que iba a ser una radiografía al completo sobre todas las áreas del club, se ha quedado en un repaso a grosso modo y con muchos temas sin tocar. El tema de la deuda ha visto algo de luz con un desglose que no es definitivo, ni detallado al 100%. Sin embargo, la gestión de Joan Laporta no está siendo como prometió. Dijo que tomaría las riendas para solucionar el problema principal y aún está todo a medio hacer. Este baño de masas ha servido para hablar de Bartomeu y tocar por encima el tema de Leo Messi, que ha supuesto un gran varapalo para la afición del Barça.

Segundo mandato: sube la deuda

Se ha hecho hincapié en que la masa salarial, quebradero de cabeza del Barça, supera a los ingresos. Por lo tanto, se estarían generando más pérdidas si no se asumen más cambios. La auditoría aún está en desarrollo, pero el desglose se ha presentado con algunos detalles que corresponden a una deuda de 1.350 millones de euros. Unas pérdidas enormes, si bien cuando Laporta empezó su segundo mandato el club acarreaba una deuda de 1.173 millones de euros. Por lo tanto, la ha aumentado respecto a lo que recibió de herencia. Ese incremento se debe en parte al préstamo concedido por Goldman Sachs, que anticipó 80 millones de euros y que ofreció Culemanía como información exclusiva.

Joan Laporta detalló ante la insistencia de los periodistas allí presentes una deuda, que remarcó que fue aumentada considerablemente tras la marcha de Neymar, que supuso un ingreso de 222 millones de euros. Cantidad, mal gestionada a su parecer por la anterior junta directiva de Bartomeu. Ha sido insistente en el aumento de la masa salarial después de ese periodo tras unos fichajes que fueron muy caros además de sus correspondientes fichas y amortizaciones. El Barça tiene un patrimonio neto negativo de 451 millones de euros – patrimonio 1.131 millones. Cantidad que se pagará al 1,9% de interés, con 551 millones negativos, que es la diferencia entre lo que deben al Barça y lo que el club debe, según los datos ofrecidos por el Barça.

Joan Laporta comparece para explicar la due diligence del Barça / EFE

Joan Laporta comparece para explicar la due diligence del Barça / EFE

Estas fueron sus palabras acerca de la deuda: “673 millones son de deuda bancaria; 389 de deuda con jugadores, incluyendo sueldos diferidos y compromisos de pago por diversos conceptos como primas de fidelidad y de carrera; 56 por compromisos relacionados con el Espai Barça; 90 por litigios en los que el club piensa que no se estimarán nuestras pretensiones, 40 millones por los abonos que no se podrán cobrar este curso al haberlo decidido así el club al no haber podido asistir a ningún partido de la pasada temporada, 79 por el anticipo del 50 por ciento de los derechos de televisión de la Liga; y el resto por otros conceptos.” Ha expresado la necesidad de crear un plan estratégico para garantizar la credibilidad de los acreedores, que no lo veían del todo claro. Mientras tanto, la deuda no deja de aumentar.