Joan Laporta, actual presidente del Barça, ya ha anunciado que aspira a prorrogar cinco años más su segundo ciclo como máximo responsable del club. También ha desvelado que las elecciones deben convocarse entre el 15 de marzo y el 15 de junio, y ha endurecido su discurso en las últimas semanas. Ya sea para atacar a sus posibles rivales en las urnas, ya sea para atizar a Florentino Pérez, presidente del Real Madrid.
A cuatro meses, aproximadamente, para la celebración de las elecciones, Laporta está tranquilo. Se siente ganador. Está convencido de que solo él puede perder en las urnas. No le importan, aparentemente, los movimientos de sus teóricos rivales, como Víctor Font, Xavier Vilajoana y Marc Ciria. Cree que lo tiene todo atado y bien atado.
Los éxitos deportivos
El Barça, hoy, manda en la Liga de fútbol. En la masculina y en la Femenina. En las secciones, hay más movidas, pero la crisis del basket remite, con Xavi Pascual como técnico. Económicamente, el máximo dirigente asegura que el club está mucho mejor que hace cinco años, aunque sea a costa de castigar al socio con precios abusivos para asistir al Camp Nou.
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La reforma del Camp Nou es uno de los comodines o cartas electorales que Laporta esgrimirá en la campaña electoral. "No importa un año de retraso, cuando este proyecto suma 15", manifestó recientemente. Laporta, el único presidente que ha ganado dos Champions, sueña con estrenar el nuevo estadio. El regreso, con un aforo parcial, ilusiona a los socios y abonados.
La Masía
Laporta presume de Camp Nou, pero también de títulos. En poco más de cuatro años de mandato, el Barça de fútbol ha ganado dos Ligas. Una con Xavi Hernández y la otra, con Hansi Flick. El Barça Femenino, el equipo balonmano y el de hockey sobre patines también dominan en España con mano de hierro. En baloncesto y fútbol sala los resultados no son los deseados.
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El presidente del Barça tiene otro comodín: La Masía. En tiempos de crisis, es la mejor solución, aunque ha recortado la inversión anual, por la delicada situación económica del club. "Mientras el Madrid apuesta por fichajes millonarios, nosotros tenemos la Masía. Ellos representan el poder y nosotros la libertad", manifestó Laporta.
Las palabras de Flick
Tiene una buena mano Laporta, más fiable como orador que como gestor. Este sábado, además, ha logrado la mejor carta posible. En la rueda de prensa previa al partido entre el Villarreal y el Barça, Hansi Flick condicionó su futuro a la victoria del actual presidente en las urnas.
Hansi Flick en la rúa del Barça
"De momento tengo contrato hasta 2027. Un año y medio es mucho tiempo. Mis colaboradores son fantásticos. También, Deco. Estoy aquí por el presidente y su confianza. Notamos estas sensaciones, pero veremos qué pasa el año que viene con las elecciones", comentó Flick.
La gestión de Flick
En su exposición, el técnico alemán añadió: "Para mí es importante tenerlo como presidente. Veremos quién es el próximo presidente y también dependerá de los resultados y de si yo tengo éxito".
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Flick, habitualmente prudente y comedido, ya se ha posicionado en las elecciones. No tenía buenas sensaciones cuando comenzó el curso actual, pero hoy se siente fuerte, totalmente respaldado por Laporta y Deco. En el club, mientras, están encantados con su gestión, su profesionalidad y su seriedad.
La realidad económica
Laporta tiene buena sintonía con Flick. Aplaude su compromiso, entrega y exigencia. Sabe que no es fácil dirigir un vestuario con muchos egos y aplaude también su apuesta por un fútbol tan ofensivo como intenso. Él mejor que nadie ha adecuado el modelo Barça, especialmente exitoso con Johan Cruyff, Pep Guardiola y Luis Enrique.
Imagen exterior del Camp Nou
El Barça de los años 20 tiene muchos más problemas que los de principios de siglo y la segunda década. El club debe adaptarse a una realidad económica mucho más duro. En tiempos complicados y convulsos, Laporta acertó plenamente con el fichaje de Flick (igual que en 2008 con Guardiola). Y el técnico es feliz en un club tan pasional. También, en Barcelona.
Flick y Messi
El respaldo de Flick es la mejor respuesta de Laporta contra un posible posicionamiento de Leo Messi a favor de otro candidato. El presidente del Barça ya admite que no tiene contacto con el crack argentino, pero esquiva cualquier guerra verbal. Otro asunto que le preocupa, pero menos, es el impacto negativo que tiene para él la supresión de la Grada d'Animació y las dudas que suscita el nuevo espacio que creará en el Gol Sud.
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Laporta, fiel conocedor de la historia y la idiosincrasia del Barça, un club muy ciclotímico, sabe también que los resultados deportivos son decisivos en unas elecciones. Y lo sabe por experiencia. En 2015, el expresidente Bartomeu convocó elecciones al acabar una temporada que pintaba muy mal. Despidió a Zubizarreta y tuvo que gestionar la crisis personal entre Messi y Luis Enrique. Cinco meses después, el Barcelona había ganado Liga, Copa y Champions. En enero, Laporta visualizaba que podía ganar aquellas elecciones, pero en julio fue derrotado derrotado en las urnas. Seis años después, ganó por goleada y ahora espera repetir victoria.
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