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El lío de las entradas del Barça-Alavés traerá cola. Muchos aficionados estaban tremendamente indignados antes, durante y después del partido. Los cánticos contra el presidente Laporta retumbaron con fuerza en el recién reestrenado Camp Nou, lo que obviamente genera malestar en una junta directiva que ya piensa en las próximas elecciones a la presidencia. También abundaron gritos favorables a la Grada d'Animació. Todo ello ha generado una pronta reacción del máximo responsable del club, que ha emitido unas escuetas declaraciones esta mañana y se prepara para una rueda de prensa. 

El propio Joan Laporta iba a comparecer este martes ante los medios de comunicación para dar explicaciones sobre lo sucedido. Sin embargo, el club ha rectificado y ha cancelado la rueda de prensa. Al menos, de momento. La entidad catalana está pendiente de una serie de informes y auditorías para obtener más información. Cuando se hayan formulado las conclusiones, se espera una respuesta del club, ya sea a través de un comunicado y/o con el presidente dando la cara. 

"Más víctima que culpable"

Desde el club se asumió en todo momento el error informático y se habló de "incidencias técnicas". El Barça ha puesto en marcha una auditoría a través de las empresas T-Systems y Slash Mobility, con las que trabaja en la gestión de las entradas, y ha reconocido que se están "buscando las causas" porque se trata de una situación "anómala". "En este asunto, el Barça es más víctima que culpable", ha remarcado el máximo dirigente.

Tanto el presidente como desde el club desconocen, por ahora, otras teorías como las que sugieren un sabotaje o hackeo. Sin embargo, algunas fuentes tecnológicas consultadas por este medio inciden en que este podría ser el verdadero motivo del fallo informático. Y todo, en un ambiente cada vez más electoralista, con varios candidatos a la presidencia, como Xavi Vilajoana y Víctor Font, que ya se han presentado de forma oficial. 

Aniversarios fallidos 

El incidente con las entradas ha llegado en un mal momento. Coincide con el 126 aniversario del club, lo que certifica la doble desgracia: en el 125 aniversario no se llegó a tiempo para estrenar el estadio, como se había prometido, y el ambiente de celebración quedó eclipsado por una dolorosa derrota ante Las Palmas. Este pasado sábado, ya por fin en el nuevo estadio, la fiesta quedó sepultada por el citado fallo tecnológico, que Elena Fort atribuyó a la impantación de los nuevos sistemas de gestión de las entradas, y por otros aspectos. El Barça ganó al Alavés (3-1) pero el semblante abatido de Hansi Flick tras el encuentro, aunado a las extrañas sensaciones que deja el equipo, propicieron un sabor de boca más amargo que dulce. 

Colas para recibir la entrada del Barça-Alavés en el Camp Nou CULEMANÍA

El Gol Sur del Camp Nou con el mosaico, antes del Barça-Alavés Gerard Boada CULEMANÍA

El 126 aniversario del club se recordará como el intento fallido de recelebrar un 125 aniversario que también salió torcido. Victoria incómoda, frustración del entrenador, error informático, indignación generalizada de los socios y animadversión creciente hacia Laporta: "Barça sí, Laporta no", el "Messi, Messi" del minuto 10 o "Volem la grada d'Animació" fueron los tres cánticos más sonoros. Debía ser una jornada festiva pero nada salió como se esperaba. 

Todo empezó hace un año 

El presidente Laporta, al que si algo no le falta son agallas, había decidido coger el toro por los cuernos y dar dar las explicaciones necesarias ante los medios este martes, pero posteriormente el club ha reculado. No se puede descartar, incluso, que el abogado apunte a sus opositores. No solo por empezar la campaña electoral meses antes de conocerse la fecha de los comicios, sino porque el presidente está convencido de que sus rivales están detrás de los cánticos en su contra y, tal vez, hasta detrás del posible sabotaje. 

Joan Laporta, junto a Rafa Yuste, en el palco de Montjuïc por el Barça-Las Palmas EFE

Frenkie de Jong, decepcionado tras la derrota del Barça ante Las Palmas EFE

El principal error que se le puede achacar al presidente es que está facilitando las alianzas entre sus adversarios y detractores. La decisión de cargarse la Grada se produjo hace exactamente un año. Poco antes de un 125 aniversario que dejó pocas notas positivas, más allá del descubirmiento de la nueva mascota del club, CAT. Allí se abrió la veda de una guerra que se va calentando antes de las elecciones. Y, casualidad o no, el sistema de entradas del nuevo estadio petó, precisamente, un año después de que se disolviese la Grada

CAT la nueva mascota del FC Barcelona durante su presentación contra la UD las Palmas Luis Miguel Añón

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