De 124,7 millones de euros de 2021 a cero en las elecciones de 2026. Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, no reformará este año los estatutos del club. A pesar de haberlo prometido en distintas ocasiones, desde Culemanía podemos confirmar que la actual junta directiva ya tiene tomada la decisión. Una de las principales lecturas que se derivan, sobre todo en clave electoral, es que no se exigirán avales para aspirar a la presidencia. Ningún candidato tendrá que avalar para dirigir un club que mueve mil millones de euros de manera anual.
Laporta no llevará a cabo, por ahora, la tan ansiada reforma estatutaria, que debería ser aprobada, punto por punto, en la asamblea de compromisarios prevista para el 19 de octubre. Esto implica que todos los artículos legales de la entidad culé que mencionan la garantía bancaria como condición inapelable para poder dirigir el club pasarán a no tener vigencia. Es la vía que escoge el abogado catalán de cara al próximo escenario electoral que se vislumbra en 2026.
Cambio en la Ley del Deporte
En marzo de 2021, Laporta tuvo que mover cielo y tierra para reunir los 124,7 millones de euros que le permitieron alcanzar la presidencia. En aquel momento, la Ley del Deporte, con vigencia desde 1990, exigía la obligación de avalar con un 15% del presupuesto de gastos a los nuevos miembros de la junta directiva de cualquier entidad deportiva que no fuera una Sociedad Anónima Deportiva (SAD). Meses después, el Congreso de los Diputados aprobó un cambio sustancial.
La junta directiva de Laporta preside la asamblea de socios compromisarios 2020-21 / FCB
En el proyecto de Ley ya se especificaba que "los clubes podrán establecer el porcentaje de aval que crean oportuno". Los socios, en caso de proponer una reforma de los estatutos del Barça, tendrían la potestad de reducirlo, dejarlo igual o eliminarlo. El máximo es de un 15%, al que ya se sometió Laporta en 2021. Ahora, como no hay un mínimo, al no proponer ninguna modificación, el actual presidente azulgrana eliminará la garantía bancaria.
Los estatutos del Barça
La explicación queda bien clara en los estatutos del Barça. "En caso de que la ley exija la presentación de aval, antes de la toma de posesión, la nueva junta elegida deberá haber formalizado el aval de la manera que exige la normativa vigente. En caso contrario, no se producirá la toma de posesión y se considerará vacante este órgano de gobierno", asegura el reglamento culé.
Los estatutos del Barça exigen la presentación de un aval conforme a la normativa vigente
Así es como Laporta permitirá que el siguiente presidente del Barça pueda entrar a gobernar sin tener que jugarse su propio patrimonio. En 2021, sudó la gota gorda para recaudar los 124,7 millones de euros. El mandamás azulgrana tuvo el apoyo del Banc Sabadell. Jaume Guardiola, por entonces consejero delegado y no mano derecha de Víctor Font, medió para que la institución concediera las garantías.
Además, la junta encontró aliados en Jaume Roures y José Elías. El fundador de Mediapro aportó 30 millones de euros. El empresario de Audax Renovables, respaldado entonces por Eduard Romeu, que a la postre se convirtió en exvicepresidente económico del club, sumó otros 20 millones a la causa.
Barra libre
El exterminio del aval alimenta la posibilidad de que se configure un escenario perverso. Si ya es habitual que en todas las elecciones del Barça aparezcan de la nada muchos nombres de supuestos buenos barcelonistas ávidos de protagonismo para acaparar el foco durante la campaña, en los próximos comicios esta situación se puede multiplicar por 10. Al no exigirse avales, cualquiera podrá aspirar a ser presidente del Barça, lo que puede incentivar la irrupción de más aspirantes.
Entrevista a Xavier Vilajoana
Diez miembros de Som un Clam, encabezados por Joan Camprubí, en un acto celebrado cerca del Camp Nou
Esta situación genera una doble lectura. Por un lado, se prevé que la junta de Laporta lo venda como una manera de potenciar el cariz democrático del club. Por el otro, puede ser una estrategia ideal para contrarrestar la estrategia de la oposición, que planea una campaña de afluentes que acaben en un solo río más caudaloso: el candidato elegido para destronar a Laporta.
Estrategia electoral
El presidente azulgrana, carismático y curtido en mil batallas, se prepara para jugar la misma estrategia y no se descarta la aparición de candidaturas externas que puedan acabar dando apoyo a Laporta. El abogado sabe que le intentarán hacer daño con los retrasos del Camp Nou y la lenta recuperación económica del club, pero es consciente de que en un escenario repleto de aspirantes, Jan puede ser el gran beneficiado, porque no todos podrán tener cuota mediática. El actual presidente, en cambio, siempre la tendrá.
Los estatutos del Barça contemplan un aval para presidir el club
La única herramienta para frenar el goteo de aspirantes son los propios estatutos del Barça. La normativa interna exige un número determinado de firmas para convertirse en candidato oficial, que depende del censo definitivo que ha de elaborar la Junta Electoral del momento, y se prevé una criba inmensa entre la fase de las precandidaturas hasta las candidaturas. Aspirantes habrá muchos y los unos eclipsarán a los otros. La hora de la verdad llegará con los candidatos definitivos, donde la oposición no contempla otro escenario que la unión: todos a una, como Fuenteovejuna.
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