Joan Laporta, junto a Cat, la mascota del Barça, en el estand de Sant Jordi FCB
La obsesión de Laporta por ganar más dinero pasa factura a su imagen y al Barça
El presidente del Barça sube los precios de los partidos y niega que los amistosos puedan verse en abierto por TV3
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Joan Laporta está obsesionado con aumentar los ingresos del FC Barcelona. Empeñado en superar los 1.000 millones de euros por temporada. Su objetivo será factible cuando el nuevo Camp Nou esté totalmente terminado y pueda facturar 350 millones de euros anuales. O más. Ahora es mucho más complicado y el presidente quiere explotar el buen momento del equipo de Hansi Flick para apretar las tuercas a socios y aficionados.
El Barça todavía no sabe dónde comenzará la temporada. Laporta espera que sea en el Camp Nou, pero no está claro que tenga la licencia de primera ocupación para mediados de septiembre. La primera y la segunda grada todavía están en obras, con muchos trabajos pendientes, y el Ayuntamiento ya descartó que el equipo azulgrana pudiera jugar el Gamper, el 10 de agosto, contra el Como.
El Joan Gamper
El Gamper se jugará en el Johan Cruyff, ante 6.000 espectadores, mientras que en el Camp Nou tendrá 63.000 asientos en la primera y la segunda grada. El impacto económico será devastador para un Barça con muchas tensiones de tesorería. Demasiadas.
Los futbolistas del Barça, durante la presentación del Trofeo Joan Gamper FCB
Laporta todavía está pendiente de que el auditor del club, Crowe, acepte los 100 millones de euros que ingresará por los 475 asientos Vip de la primera grada. El premio no sería menor: permitiría que el Barça regresara a la norma del 1:1 y pudiera destinar un euro por cada euro que salga del club en materia de fichajes.
Los nuevos palcos
El presidente del Barça ya vislumbra otro problema. Otro entuerto mayúsculo. Limak debe entregar los palcos y asientos Vip situados entre la segunda y la tercera grada antes del 31 de diciembre. A cinco meses vista, parece poco probable que el club pueda estrenar sus localidades más exclusivas del nuevo Camp Nou.
'Render' de los palcos VIP del nuevo Camp Nou FCB
La fórmula de Laporta para minimizar los retrasos en el Camp Nou son de dudosa clase. La pasada temporada multiplicó el precio de las entradas del Olímpic Lluís Companys en los partidos más atractivos. Contra el Real Madrid, las localidades más baratas costaban 249 euros y los laterales, 495. Las tribunas valían entre 689 euros y 745, mientras que los asientos VIP podían adquirirse desde 1.200 euros.
Las tarifas
Muchos socios y aficionados del Barça se quejaron en las redes sociales por los "precios abusivos" que impuso el Barça. Laporta ni se inmutó y todavía no ha resuelto las tarifas de la actual temporada, porque no sabe si el equipo azulgrana comenzará el curso en el Camp Nou, en Montjuïc o en el Johan Cruyf.
El espectacular mosaico de Montjuïc para el clásico Barça-Real Madrid del 11 de mayo EFE
En las últimas semanas, el Barça también ha subido el precio de las nuevas camisetas y, por primera vez, los partidos de pretemporada son de pago. No así, teóricamente, para socios y peñistas, aunque el canal Culer Premium no tuvo un buen estreno. La imagen no llegaba a los afiliados y el club rectificó en el descanso y la segunda parte del partido contra el Vissel Kobe pudo verse gratis por Youtube.
Rakuten, la solución
La gira de Japón, curiosamente, también tuvo un inicio accidentado. El Barça anunció inicialmente que se suspendía el partido contra el Vissel por impago, pero la mediación de Rakuten evitó un ridículo histórico. Laporta logró que la multinacional japonesa asumiera un pago que no le tocaba para tranquilidad del presidente barcelonista. Hansi Flick, en cambio, no daba crédito a tanto despropósito.
Laporta y Mikitani escenifican la paz entre Rakuten y el Barça tras el embrollo del partido amistoso en Japón Redes
Laporta, mientras, sigue sin presentar los números de la pasada temporada. Todavía no se sabe si el Barça podrá inscribir a Joan García y Marcus Rashford, y en el club no se descarta una venta importante. El presidente, por otra parte, quiere abrir nuevas negociaciones con Spotify para que la compañía sueca acepte una revisión al alza del actual contrato que une a las dos partes. La última renovación con Nike fue tan crispada como polémica, pero dio oxígeno a una entidad que vive al límite.