Limak garantiza la vuelta al Spotify Camp Nou en mayo pero no será contra el Real Madrid
La entidad que preside Joan Laporta trabaja en la búsqueda de un estadio alternativo a Montjuïc y Camp Nou con una premisa clara: el clásico no se jugará fuera de Catalunya
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Una estrecha rendija de luz alumbra el oscurantismo que reina en torno al regreso del FC Barcelona al Spotify Camp Nou. Tras unas últimas semanas de decepciones, con muchos mensajes de falsas esperanzas sobre un hipotético retorno en diciembre, enero, febrero o marzo, fuentes del club consultadas por Culemanía se atreven a poner una nueva fecha encima de la mesa. Después de alargar de manera oficial el convenio con el Ayuntamiento de Barcelona para jugar en Montjuïc hasta el 23 de abril, desde el club por fin reconocen que no pasará de mayo. Limak ha dado garantías al Barça para que la vuelta se produzca, con todas las licencias incluidas para albergar a unas 60.000 personas, en el mes de mayo.
Las fuentes del club consultadas por este medio reconocen, sin embargo, que "no parece probable que el clásico se llegue a jugar en el Spotify Camp Nou". Es decir, se espera tener el estadio listo hacia mediados o finales de mayo, pero el Barça-Madrid está previsto para el fin de semana del 11 de mayo --cumpleaños de Andrés Iniesta--, con lo que no se llegaría a tiempo. Aunque es una idea muy atractiva la de inaugurar el nuevo recinto contra el eterno rival, y ayudaría a cerrar un taquillaje faraónico, también hay reticencias por el riesgo de estrenarlo con una derrota. Personas afines a Laporta creen que es mejor asegurar la victoria en el reestreno. De confirmarse, solamente quedaría un partido por jugar en casa: el Barça-Villarreal del 18 de mayo. ¿Tiene sentido volver esta temporada para un solo partido? Es el escenario más real.
Los Stones echan al Barça de 'casa'
Más allá de supersticiones y recaudaciones, la realidad es que el Barça trabaja en la búsqueda de una alternativa para acoger el partido contra el Real Madrid. El Estadi Olímpic no estará disponible, a priori, por la probable llegada de los Rolling Stones para celebrar varios conciertos en Barcelona durante el mes de mayo. La capital catalana no se quiere quedar sin acoger a una banda de rock legendaria, que ya priorizó Madrid en su anterior visita a España, en 2022.
De hecho, la capital catalana apunta a ser el punto de partida de la próxima gira europea de Mick Jagger, Keith Richards y compañía. Un privilegio demasiado goloso para cualquier ciudad del mundo que desde Barcelona ponen por delante del clásico. Es curioso que, hace solamente un año, los Rolling Stones acudieron como invitados de lujo al palco presidencial de Montjuïc para asistir al partido que efrentó al Barça contra el Real Madrid y, ahora, serán los culpables de que los dos colosos del fútbol español no se puedan medir en el mismo escenario.
El clásico se queda en Catalunya
De confirmarse la imposibilidad de celebrarse el clásico en Montjuïc ni en el Camp Nou, el Barça tendría que recurrir a una alternativa. No hay muchas teniendo en cuenta que las fuentes consultadas por Culemanía confirman que "el Barça-Madrid no se jugará fuera de Catalunya".
Es decir, las opciones serían bastante ortopédicas: o Cornellà-El Prat --no parece probable ni que el Barça pida jugar allí ni que el Espanyol se lo permita--, o Montilivi --que en partidos de Champions solo alberga entre 9.000 y15.000 espectadores-- o la favorita del presidente Laporta: el Johan Cruyff. Aunque solo tiene capacidad para 6.000 personas, se añadirían gradas supletorias a fin de ampliar el aforo. En cualquier caso, quedaría muy reducido y no permitiría cerrar una buena taquilla.
Caída de la facturación
El factor recaudación es relevante ya que el Barça había contabilizado en sus presupuestos un regreso mucho más temprano al Camp Nou, lo que permitiría contabilizar una subida de los ingresos por ticketing del 22%. Se trataría de un incremento cercano a los 30 millones de euros. El club facturó 126 millones por el estadio en el curso 2023-24 y tenía una previsión de ingresar 154 millones en el cierre del 2024-25. Buena parte de ese crecimiento se hubiese derivado del clásico.
Este es uno de los aspectos por los que parece lógico exigir responsabilidades a Limak Construction. La constructora turca se comprometió a procurar el regreso al Camp Nou el 29 de noviembre de 2024, fecha del 125 aniversario. En caso de no alcanzar la citada fecha, el Barça se reservaba la posibilidad de reclamar un millón de euros a Limak por cada día de retraso. El hecho de no cumplir esos plazos, hace que la facturación del club caiga con respecto a las previsiones.
Los motivos del retraso
Estas garantías no se han exigido por el momento. Los principales responsables del Espai Barça mantienen reuniones cada semana con los representantes de Limak y han dado detalle de todo ello este martes en la reunión de la junta directiva. Desde el club aseguran que "los motivos del retraso en el regreso al Camp Nou no son imputables a Limak".
En el Barça sostienen que los imponderables que justifican el retraso en las obras han sido otros: los problemas meteorológicos --por las lluvias que arreciaron en otoño--, la imposibilidad de trabajar fines de semana y las 24 horas del día --aunque, inicialmente, el Ayuntamiento dio permiso para ello-- y la concesión de las licencias, que también dependen del consistorio y, como ya avanzó Culemanía, van para largo.