El Barça de Flick, tan imprevisible como Laporta: vive al borde de un ataque de nervios

El Barça de Flick, tan imprevisible como Laporta: vive al borde de un ataque de nervios EFE

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El Barça de Flick, tan imprevisible como Laporta: vive al borde de un ataque de nervios

El técnico alemán, la apuesta del presidente para reactivar a un club en horas bajas, vivió su noche más loca en Lisboa

Más información: Remontada histórica del Barça en Lisboa

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El Barça de Hansi Flick ya tiene su gran remontada. Una remontada especial, por ser en la Champions y en Liboa. En Da Luz, el estadio en el que se resquebrajó su gran ciclo con una humillante derrota contra el Bayern de Múnich (2-8), el equipo de Hansi Flick --entonces verdugo, hoy salvador-- derrotó al Benfica con un gol sobre la campana de Raphinha que transformaba un 4-2 adverso en un celebrado 4-5.

A 22 minutos del final, el Barça eraun ruina. Un equipo castigado por sus errores. Con Szczesny señalado en una noche de perros. En pleno diluvio, sin embargo, el grupo azulgrana apretó los dientes, se sacudió todos los complejos y derrotó a un Benfica que despotricaba contra el arbitraje del holandés Danny Makkelie.

La receta de Flick

Flick ha vivido intensamente sus primeros seis meses como entrenador del Barça. En plena crisis deportiva, económica y social, el presidente, Joan Laporta, se encomendó al técnico alemán para construir un nuevo proyecto, sin grandes alardes ni fichajes. Desilusionado con Xavi Hernández, el máximo dirigente quería un técnico que apretara las tuercas a los futbolistas.

Laporta, el lunes, saliendo de la Ciutat de la Justícia

Laporta, el lunes, saliendo de la Ciutat de la Justícia EFE

Flick es un técnico inconformista y exigente. No tolera las excusas, ni las faltas de puntualidad, pero es un jefe dialogante y cercano. Siempre busca la complicidad del futbolista, al que habla en tono sosegado, pero claro, y su receta tuvo un efecto euforizante en agosto, septiembre y octubre.

Semana grande

En una semana de máxima exigencia, el Barça destrozó al Bayern (4-1) en Montjuïc y al Real Madrid (0-4) en el Bernabéu. Laporta se hinchaba de felicidad y la afición soñaba con una temporada mágica. Flick, para muchos, era el nuevo Guardiola, pero todo, o casi todo parecía desmoronarse en noviembre y diciembre, con derrotas en casa ante Las Palmas, Alavés y Atlético de Madrid.

Flick, durante el Benfica-Barça

Flick, durante el Benfica-Barça EFE

El Barça pasó de tener una renta de nueve puntos respecto al Real Madrid a vivir, hoy, siete puntos por detrás del gran rival. La Liga está complicada, pero el equipo ya ha celebrado su primer título: la Supercopa. Los torneos cortos, a cara o cruz, parece que le sientan bien al equipo de Flick, clasificado ya para los cuartos de final de la Copa del Rey y en octavos de la Champions.

La confesión

Europa es, hoy, la gran obsesión del Barça. Comenzó con una derrota en Mónaco, pero desde entonces ha encadenado seis victorias. La última, en Lisboa, ha sido milagrosa. "Me hubiera conformado con un punto, pero con tres, mejor. Es la mayor remontadar que he vivido nunca", dijo Flick en su posterior comparecencia ante los medios de comunicación.

Gol del empate de Éric García

Gol del empate de Éric García EFE

Raphinha celebra el gol de la victoria del Barça

Raphinha celebra el gol de la victoria del Barça EFE

El Barça ganó un partido que tuvo perdido. Y que pudo perder en el tiempo de añadido si Makkelie hubiera pitado un posible penalti a favor del Benfica, por derribo de Fermín a un jugador local. En la siguiente acción, Raphinha se inventó una contra prodigiosa que resolvió con mucho acierto y silenció Da Luz.

Dani Olmo y Pau Víctor

En Lisboa, el Barça de Flick fue tan imprevisible como Laporta, un presidente que vive al día, rescatado por la campaña con la cautelar que el CSD concedió al club para poder inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor. Solo un día antes parecía activarse un voto de censura que amenazaba con derribar al máximo dirigente.

Laporta, eufórico, tras ganar la Supercopa

Laporta, eufórico, tras ganar la Supercopa FCB

Laporta estuvo contra las cuerdas el martes 7 de enero. Cinco días después, estaba exultante. Su Barça había derrotado otra vez al Real Madrid (2-5) en la final de la Supercopa, un éxito que celebró a lo grande, sin freno alguno, y desbocado compareció ante los medios de comunicación para denunciar una conspiración contra su figura.

El más cuerdo

El Barça de Laporta es indescifrable y el Barça de Flick ya se le parece, tal vez porque el club, una vez más, está en manos del equipo. Afortunadamente, el presidente sabe que el técnico alemán es una persona muy cuerda, ideal para rescatar a una entidad ciclotímica que vive al borde de un ataque de nervios.