Nueva dimisión en el Barça: otro vicepresidente huye de Laporta y reactiva la crisis institucional
El presidente azulgrana se queda sin el directivo responsable del área de marketing, que fue ninguneado en el acuerdo con Nike y sigue los pasos de Romeu, Llauradó y Giró
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El agujero negro que ha engullido al Barça no deja escapar a Joan Laporta. Por más que lo intenta, el presidente no logra dar esquinazo a los vientos de crisis que le persiguen desde que volvió a la presidencia del club. La última tregua le ha durado tan solo 24 horas. El martes estuvo a punto de recibir una moción de censura, el miércoles logró salvar la famosa cautelar del caso Olmo que celebró a grito de hooligan en Oriente Medio y este jueves se le va otro compañero de viaje. El último en darle la espalda es Juli Guiu, el vicepresidente responsable del área de marketing, que se baja del barco de Laporta. Este jueves ha comunicado su dimisión.
Guiu se va del Barça tras presentar una carta de renuncia, según publica La Vanguardia. El directivo se encontraba en una difícil tesitura desde hace muchos meses: o se unía al selecto grupo de los palmeros del presidente o se quedaba solo ante el peligro. Desde Culemanía ya informamos el pasado 22 de diciembre que su dimisión podría ser inminente, y así ha sido.
El contrato con Nike
Entre los motivos de su marcha hay uno de especial importancia: el nuevo contrato con Nike. Guiu, vicepresidente de marketing del club, a penas intervino en las negociaciones. Únicamente tuvo una leve participación en relación a los activos publicitarios del acuerdo de patrocinio, pero no intervino ni en el aspecto económico ni en lo concerniente a BLM y toda la cuestión relativa al merchandising. Aquello le generó algunas frustraciones. Se sintió ninguneado.
Tampoco contó su opinión a la hora de concederse una comisión astronómica al agente de futbolistas Darren Dein por su intervención en la operación. Según el propio Laporta, el papel de Dein consistió en coser unas relaciones que se habían roto entre la multinacional norteamericana y el Barça, ya que el propio Dein, como representante de algunas estrellas de fútbol, es íntimo amigo de un importante accionista de Nike. Según La Vanguardia, Guiu no estaba de acuerdo con la comisión y este es uno de los motivos por los cuales decide marchar. Pero no es el único.
Fuga de talento incontrolable
Juli Guiu acumula unos últimos años de mucho desgaste al lado de Laporta. La figura del presidente es especial, siempre rodeada de personas que le ríen las gracias y le dicen que sí a todo. Guiu, un empresario de cierto éxito, hecho a sí mismo en el mundo de la música, es de aquellos a los que le gusta expresar su opinión y llevar la contraria si hace falta. Se dio cuenta de que eso era difícil con un carácter como el de Laporta, lo que fue enfriando su relación.
Guiu sigue los pasos de otros muchos directivos a los que Laporta ha menoscabado en sus atribuciones. Jordi Llauradó dimitió porque no se le tuvo en cuenta con las decisiones relativas al Espai Barça cuando era el directivo responsable. Eduard Romeu se fue porque siendo el vicepresidente económico, mandaba menos que el tesorero en temas de números. Jaume Giró, el que iba a ser vicepresidente económico en campaña, se marchó porque Laporta no tenía en cuenta sus consejos y estaba siempre rodeado de ese entorno de afines que tanto dificultaban construir una relación de confianza. El mismo camino han seguido muchos altos ejecutivos como Ferran Reverter, Mateu Alemany, Maribel Meléndez, Ramon Ramírez, Àlex Barbany o Franc Carbó, entre muchos otros.
Manda la estrella del rock
Laporta es una estrella del rock a la que Guiu no ha logrado seducir pese a su experiencia en el ámbito musical. El actual presidente es de aquellos que solo te dan dos opciones: o estás con él, o contra él. O le defiendes a muerte, o te da la espalda. Si eres fiel al régimen, te ayudará para toda la vida. Si osas cuestionarlo o contradecirle, tienes los días contados a su lado. Juli Guiu es la última víctima de una relación colectiva de mucho desgaste en la cúpula del Barça.