Los socios aprueban el nuevo contrato de Nike y el Barça. Las dos marcas cercioran su matrimonio, cuando estuvieron a punto de divorciarse. Porque Nike, si hubiese querido, podría no haber renovado hasta 2028, fecha de caducidad del anterior acuerdo. No obstante, Joan Laporta estaba cansado de las penalizaciones del pasado contrato y creía que estaba desfasado. Nike, primero, puso a prueba al presidente para empezar a reconducir las negociaciones. Debía traer una oferta superior de patrocinio y fue lo que ofreció Puma.
La multinacional estadounidense no tenía la necesidad de renovar, pero tampoco podía permitirse perder a un club como el Barça. Ferran Olivé, en su notable intervención en la asamblea de este sábado, ha explicado que Nike le dio varios meses al club para traer una nueva oferta. El Barça puso sobre la mesa una propuesta de Puma, que era superior a la de Nike, según ha podido saber Culemanía.
Necesidad recíproca
Así empezó la negociación del contrato que va a suponer 1.700 millones en 14 años, con un signing bonus de 155 millones de euros. El "mejor contrato de la historia del fútbol", en palabras de Laporta, no se habría cerrado sin la figura del mediador Darren Dein, quien ya intervino en las relaciones con Spotify.
Olivé ha asegurado que Nike ha igualado la proposición de Puma, que llegó de la mano de Dein. Sin su ayuda, el Barça y Nike no habrían acercado posturas. Había demandas entrecruzadas y una desconfianza mutua. El club azulgrana, pese a que la oferta de Puma era superior, prefirió renovar con su actual sponsor.
Los tribunales, una amenaza
La justicia siempre ha dado la razón a Nike, a pesar de las quejas del club por la falta de provisiones, de comercialización en el extranjero y de no percibir más ingresos por las réplicas y productos de la 'marca Barça'. El club no podía romper el acuerdo y lo habría tenido que aguantar hasta 2028.
Además, Nike podía haber demandado al Barça por negociar antes de 2026. Al final, la historia ha tenido un final feliz. Un final al que no se hubiera llegado sin Darren Dein, que se llevará una gran comisión, pagada de forma compartida entre Nike y el club.
Las relaciones estaban tan maltrechas que "o se establecía un nuevo marco de relación o empezábamos caminos por separado", tal y como ha revelado Joan Laporta. Se ha acabado imponiendo la cordura. "Nike necesita al FC Barcelona y el FC Barcelona necesita a Nike", ha sentenciado el tesorero Ferran Olivé.
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