La desprofesionalización del Barça de Laporta ahoga el negocio digital

Joan Laporta tiene un modelo de gestión rígido en el FC Barcelona. Su prioridad es rodearse de personas de su máxima confianza para liderar a la entidad azulgrana en todas sus áreas. Ese método le supone tranquilidad al dirigente, pero a costa de caer en una peligrosa espiral de desprofesionalización. La falta de talentos en el Barça ha supuesto un freno a la progresión de muchas fuentes de ingreso, incluyendo el tan mencionado negocio digital. 

El pasado 3 de septiembre, Laporta explicó en una rueda de prensa celebrada en el Auditori 1899 que la directiva mantiene su apuesta por el negocio digital. Metaverso, NFTs, web3.0 y realidad aumentada, son algunos de los conceptos que mencionó el dirigente en esa comparecencia. Sin embargo, los hechos no acompañan tanto a las palabras de Jan. No solo por las escasas estrategias de la cúpula azulgrana, sino también por la nula presencia de profesionales que permitan dar forma al proyecto.

Escasez de especialistas

La perdida de talento en el área digital del FC Barcelona no es reciente. Con el cambio de presidencia en 2021 se dieron muchas bajas importantes en el club. Jordi Camps, director comercial, y Enric Llopart, jefe del área digital, renunciaron a sus cargos a mediados de 2021. Ambos contaban con contrastadas trayectorias en el club bajo el mandato de Josep Maria Bartomeu.

Guillem Graell, Dídac Lee y Enric Llopart presentan Barça Digital Vision / FCB

En el último año, la principal cara de la denominada Área de Tecnología y Transformación Digital era Joan Moya. Fue designado como el principal responsable de esa sección de la entidad, donde tuvo un peso importante en el anuncio del proyecto Barça Vision. Sin embargo, el que fuera ejecutivo del FC Barcelona decidió dar un paso al costado a mediados del mes de junio. En ese mismo tramo también se marchó Luis Folgoso, Chief Technology Officer --y mano derecha de Moya--.

El área digital del Barça todavía no tiene a un responsable asignado FCB

Desde entonces, la directiva de Joan Laporta todavía no ha designado a un nuevo responsable para el área digital. La promesa del mandatario de generar ingresos a partir de la apuesta de los activos tecnológicos tiene poco sustento, cuando carecen de especialistas que entiendan el funcionamiento del sector y ejecuten estrategias que permitan aprovechar a los más de 400 millones de aficionados que hay en todo el mundo.

Apuesta a medias

Esa situación ha sido cuestionada por algunas figuras de oposición a Laporta en los últimos meses. Entre ellos, Marc Ciria --posible aspirante a la presidencia del Barça--, Ivan Cabeza y Antoni Martín. Los tres especialistas del área financiera dieron una charla para hablar del panorama digital del FC Barcelona, tanto en los errores que se han cometido como en las soluciones que pueden ayudar a mejorar los ingresos en los próximos años. 

De lo más destacable de la ponencia es que critican que existe una apuesta a medias de la dirigencia del FC Barcelona en todo lo relacionado a su negocio digital. La prueba de ello es Barça Studios, una sociedad que fue en 408 millones de euros sin generar facturación o gozar de un director general. Martín comentó que actualmente el valor de ese negocio es "cero" porque no se están generando ingresos --que se sepa-- y explicó que el equipo digital del club es cada vez más pequeño.

Lo mismo sucede con la apuesta de los NFT's o Fan Tokens. El Barça apenas ha dado continuidad a la estrategia de los NFT's, donde solo destacan las colaboraciones en los activos que sirvieron de homenaje a Johan Cruyff y Alexia Putella, ambos en 2022 y 2023. Los Fan Tokens tampoco se quedan atrás, teniendo en cuenta que lo más resaltable es una alianza con Socios.com que tampoco ha aprovechado por completo el potencial de la gigantesca masa de seguidores del FC Barcelona.

Solo operaciones contables

Hasta ahora, la junta de Laporta ha demostrado mediante sus hechos que la apuesta por Barça Studios --o el renombramiento a Barça Vision-- es solo con motivos meramente contables. La decisión de vender el 49% de la sociedad no ha traído consigo aliados expertos en el sector que ayuden a elevar esa cifra negocio, sino una serie de problemas por la presencia de socios que terminan abandonando el barco por ser una sociedad que no tiene una hoja de ruta definida.