Joan Laporta es una montaña rusa. Como el Barça, un club ciclotímico, capaz de pasar de la euforia a la depresión, o viceversa, en un mismo partido. El verano ha sido movido y bastante frustrante para el club, que solo ha podido fichar a Dani Olmo y Pau Víctor por su precaria situación económica, pero el presidente azulgrana ha aprovechado las cuatro victorias del equipo de Hansi Flick para lanzar un mensaje de optimismo y una advertencia a sus destractores.
"Estamos ganando porque el club está mejor, mucho mejor que antes", aseguró Laporta, el martes, durante su comparecencia ante los medios de comunicación.
Un año especial
Envalentonado, el máximo dirigente del Barça recalcó: "Mucho tendrán que trabajar los desestabilizadores de fuera para hacer tambalearse a un club que este año cumple 125 años. Rechazamos las estrategias que pronostican horizontes devastadores que ni están ni se les espera. Estamos más fuertes que nunca y más determinados en culminar la recuperación del Barça".
Laporta negó que el club esté en manos del equipo. Esa, no obstante, parece ser la realidad de una institución que vive al día, a la espera de nuevos ingresos que le permitan poder llegar a la norma del 1:1 para reforzar la plantilla. De momento, el presidente admite que al Barça todavía la faltan 60 millones para recuperar cierta estabilidad económica.
El Real Madrid y Nico Williams
En la Liga, el Barça ha ganado los cuatro partidos disputados. Ya tiene cuatro puntos más que el Real Madrid, actual campeón, y Laporta sueña a lo grande tras un verano en el que no pudo fichar a Nico Williams, el futbolista más deseado.
Laporta rompió su silencio en el mejor momento. El nuevo proyecto de Hansi Flick ilusiona y el máximo dirigente tiene el mejor argumento para rebatir a sus detractores y, especialmente, a quienes aspiran a relevarle en la presidencia en 2026. "Me gusta generar ilusiones y motivar pero sin lanzar proclamas frívolas. Yo podría desatar el optimismo con mucha más potencia y me estoy conteniendo", sentenció el presidente del Barça, consciente de que las victorias son el mejor bálsamo para los males de un club atormentado por sus deudas.