Emili Rousaud fue vicepresidente institucional durante el mandato de Josep Maria Bartomeu en el FC Barcelona. Fue ascendiendo en el esquema del club a medida que pasaban los años. Dimitió en 2020, cuando el Barçagate salió a la luz. Vivió de primera mano la llegada del coronavirus y, sobre si el Barça está mejor o peor que hace tres años, ha sido claro. "El modelo a seguir era que todos los ingresos se convertían en gastos. La política era 'el dinero en el campo'. Si en 2019 teníamos 900 millones de ingresos, también 900 de gasto", ha explicado en el primer evento oficial de Culemanía.
"El balance se mantenía estable, pero no se iba fortificando", ha puntualizado. Aún así, ha señalado que "el punto en que todo se rompe es la pandemia. La Liga tiene unos parámetros que se han de cumplir para fichar y nos encontramos sin la capacidad financiera para hacerlo". Rousaud ha relatado que, de los 900, los ingresos cayeron hasta los 600. Y las pérdidas de los 900 a los 1.100 millones.
Fichar, imposible
Sobre la posibilidad de hacer alguna incorporación en el contexto actual la figura capital es la del director deportivo. "Debe entender qué jugador necesita el club. El rendimiento deportivo condicionará los ingresos", ha asegurado el CEO de Factor Energia. "El interés de los patrocinadores o el público está relacionado con los éxitos deportivos y el prestigio del club", ha continuado.
"El escenario que tiene en mente Laporta va ligado al nuevo Espai Barça. Quiere volver al círculo virtuoso de 2.003. Se cambiaron los asientos del campo, vino Ronaldinho y se mejoró deportivamente e institucionalmente. Pero ¿qué pasa? Si esto no se puede poner en marcha, el gran riesgo es que se ha construido el estadio en el peor de los momentos", ha reflexionado Rousaud. "Para mí, se tenía que esperar a hacer una mejora patrimonial para hacer la inversión. Por desgracia, si no sale bien, se podría dar el cambio de modelo", ha continuado.
"El punto a favor de la Sociedad Anónima es la gobernanza. Tener una buena gobernanza no perjudica a ninguna organización. La del Barça, tiene unas raíces muy antiguas, pero es excesivamente presidencialista y no es transparente. Se podrían introducir unos cambios estatutarios para hacer estas mejores, para que el socio se sienta propietario", ha afirmado Rousaud, que lamentaría "profundamente" la transformación en SA.