Joan Laporta gana tiempo con Xavi Hernández. Tenía muchas dudas el presidente del Barça para validar la continuidad del técnico de Terrassa, pero no vislumbraba una salida mejor en un club atormentado por sus deudas. Incapaz de fichar a un entrenador de su agrado, ha optado por prolongar el actual proyecto, sustentado por la eclosión de Lamine Yamal y Pau Cubarsí, dos menores de edad con mucho talento. La gran renovación que desearía activar no será posible este verano, pero espera ejecutarla en 2025. Con un técnico top y, sobre todo, con el fichaje de una estrella. De un futbolista muy mediático.
El Barça hará algunos cambios sonados en verano. Laporta quiere vender a Frenkie de Jong para poder fichar a un mediocentro de garantías (preferentemente Martín Zubimendi o Joshua Kimmich). También está dispuesto a sacrificar otra pieza para contratar a Bernardo Silva, en el punto de mira del club en los dos últimos veranos. También buscará una salida definitiva para futbolistas como Marcos Alonso, Éric García, Lenglet y Dest.
El futuro a medio plazo
Deco, el director de fútbol, todavía no tiene perfilado ningún asunto caliente. Espera que el Barça pueda acogerse ya a la norma del 1-1. Es decir, que pueda destinar cada dinero que ingrese en un traspaso a un fichaje. En caso contrario, los objetivos serán más modestos. O las ventas, más impopulares y dolorosas.
Optimista por naturaleza, Laporta está convencido de que el Barça estará mucho mejor dentro de un año. En la rueda de prensa de este jueves, para oficializar la continuidad de Xavi, Laporta ha asegurado que el club evoluciona positivamente.
Los fichajes del Real Madrid
Laporta sabe que la próxima temporada será complicada. Todavía está maniatado por el límite salarial y una economía de guerra. Sabe, además, que el Real Madrid prepara el gran golpe con el fichaje de Kylian Mbappé, uno de los mejores delanteros del mundo. O, tal vez, el mejor. El club que preside Florentino Pérez también negocia con el Bayern por Alphonso Davies, un lateral zurdo muy ofensivo.
La felicidad del Real Madrid, que tiene todos los números para ganar la Liga y ya está en las semifinales de la Champions, agrava la crisis del Barça. Ambos clubes son vasos comunicantes y Laporta quiere romper la tendencia actual. En el curso actual, los dos equipos se han enfrentado en tres partidos oficiales. Y los tres los ha ganado el conjunto de Carlo Ancelotti.
Haaland y Guardiola, los preferidos
Laporta, que posiblemente se presentará en las elecciones presidenciales de 2026, necesita un golpe de efecto. Y lo quiere dar en 2025. Su primer objetivo será Erling Haaland, que acaba contrato con el Manchester City dentro de un año. Sabe el máximo dirigente azulgrana que el delantero noruego estaría encantado de jugar en el Barça. Y sabe también que su fichaje elevaría la autoestima de los culés.
El presidente del Barça confía en un fichaje ilusionante y en un entrenador de primer nivel. Su sueño imposible, o casi, es Pep Guardiola, actual entrenador del Manchester City a quien ya le pidió que volveria al club azulgrana en 2021. El técnico de Santpedor no aceptó el reto y recordó que siempre se había posicionado en contra de regresar al Barcelona como entrenador del primer equipo.
Luis Enrique y Arteta
Luis Enrique también es un entrenador que gusta mucho a Laporta y, sobre todo, a Deco, su director deportivo. El técnico asturiano tiene contrato con el PSG hasta 2025 y públicamente ha reconocido que le encantaría volver al Barça, club del que es socio. El máximo dirigente valora la mentalidad ofensiva y el talante ambicioso y competitivo de Lucho.
El tercer candidato de Laporta es Mikel Arteta, con contrato con el Arsenal hasta 2025. Formado en las categorías inferiores del Barça como futbolista, el técnico vasco es idolatrado en el Emirates Stadium. Arteta ha transformado un Arsenal en crisis en uno de los candidatos a ganar la Premier con un fútbol que combina el toque y la intensidad.
Laporta piensa a corto y medio plazo. Quiere construir otro Barça potente, ganador, campeón de España y de Europa. Y también quiere estrenar el nuevo Camp Nou. Sueña a lo grande, pero el Barça actual es un esperpento. Un horror.