Las comisiones vuelven a ser noticia en el FC Barcelona. El presidente, Joan Laporta, prometió transparencia en cuanto tomó el cargo y llevó al anterior dirigente, Josep María Bartomeu, ante la justicia mediante una denuncia presentada en la Fiscalía por el supuesto pago de comisiones desproporcionadas. La más sonada era una que cobró Júnior Minguella por el traspaso de Malcom a razón de unos 10 millones de euros. Tres años después de aquello, han aflorado distintas comisiones que la junta directiva actual nunca hizo públicas. La última salpica al actual director deportivo del club, Deco.
El exfutbolista portugués era agente de Raphinha cuando éste jugaba en el Leeds United y participó como intermediario en su fichaje por el Barça en el verano de 2022. El día de su presentación con la camiseta del Barça, Culemanía preguntó por esta cuestión al presidente Laporta. El dirigente reconoció que se había pagado "un transfer" al club vendedor y "una comisión al agente". En este sentido, Laporta dijo la verdad y no se le puede echar en cara que mintiese, aunque prefirió no desvelar el importe de las cuantías.
Versiones enfrentadas
Sin embargo, tras la respuesta de Laporta tomó el micrófono Mateu Alemany, quien dejó una respuesta más completa pero que no coincidía del todo con la ofrecida por el presidente: "Es una operación clásica, en porcentajes y cuantías. Hay dos tipos de comisión. La que paga, a veces, el vendedor y, luego, el comprador suele pagar una proporción sobre el salario del jugador, es habitual en todos los agentes. Esta operación tiene solamente una comisión de agente ordinario".
Laporta habla de una comisión al agente, sin entrar en detalles. Mateu explica que la comisión se le paga en proporción al salario del jugador, de lo que se desprende que es una comisión por sus trabajos de representación.
Posteriormente, Deco, durante una entrevista en el programa Què T'hi Jugues de SER Catalunya, reconoció que el Barça le tenía que pagar una comisión por su intervención en el fichaje de Raphinha. Y según ha podido confirmar Culemanía, esta comisión no es por sus servicios de representación hacia el futbolista, sino por haber facilitado el fichaje al FC Barcelona. Esto significa que Deco cobraría, por un lado, de Raphinha, debido a los servicios que le prestaba como agente --y que ya dejó de prestar hace casi un año-- y, por otro lado, del Barça, por haber intermediado en el traspaso.
La comisión se trató de ocultar
La versión real, por lo tanto, no encaja del todo con lo que explicó Mateu Alemany y queda patente que el Barça trató de ocultar el motivo real del pago de esta comisión. El club reconoció que se le pagaba a Deco una comisión ordinaria sobre el salario del jugador, pero en ningún caso se explicó que le pagaban "por el trabajo hecho en la operación para posibilitar el fichaje de Raphinha por el Barça", como hemos podido averiguar desde Culemanía.
Deco también ha contado en los micrófonos de la SER que era incompatible cobrar del Barça en dos conceptos: de un lado, su salario como director deportivo y, del otro, como comisionista por una operación de traspaso. Obviamente, también era incompatible que siguiese cobrando por una tercera vía, como agente de Raphinha. Por este motivo, el portugués ha confesado que negoció con un fondo de inversión que le compró su crédito con el Barça. Y lo hizo mediante una rebaja a cambio de avanzarle toda la cantidad acordada. De forma que, ahora, el Barça ya no le paga a Deco, sino que paga, en los plazos establecidos, a este fondo inversor.
Deco pierde el 40% de sus créditos
Esto ha posibilitado que Deco pueda cobrar del Barça como director deportivo sin perder lo que se ganó por su participación en el fichaje de Raphinha. Lo que deja de cobrar, en teoría, es lo que le habría pagado anualmente Raphinha por prestarle los servicios de agente.
Laporta, Raphinha y Deco posan juntos en la presentación del crack brasileño
A cambio de hacer esta operación, Deco pierde aproximadamente un 40% de lo que hubiese ganado en su totalidad. Ese es el margen que se lleva el fondo de inversión por haber ayudado al director de fútbol azulgrana, comprando su crédito con el Barça, según hemos podido saber desde Culemanía.
¿Por qué mantiene sus empresas?
Otro asunto polémico es el de que Deco mantiene activas sus empresas. El motivo es que el fondo de inversión no le ha comprado todos los importes que tenía pendientes de cobrar. Los del Barça se los compró porque el fondo no puso en duda la solvencia de la entidad azulgrana. Sin embargo, Deco tenía cobros pendientes con otros clubes como, por ejemplo, Olympiakos. Estos no se los quiso comprar el fondo porque no le daban un grado de solvencia suficiente y, por lo tanto, los tiene que seguir cobrando según lo acordado con el club griego, u otros.
Deco, durante un acto de la UEFA en una imagen de archivo
La postura de Deco ha quedado muy clara en sus declaraciones: "Ya no trabajo como agente, pero lo que he trabajado hasta ahora no voy a dejar de cobrarlo. Es un trabajo que he hecho, y lo lógico es cobrarlo, no voy a renunciar a ello". Lo mismo explican desde su entorno.
No se va del Barça (por ahora)
Ante la posibilidad de que Deco se plantease salir del Barça, Culemanía ha podido saber que ese es un escenario que nadie contempla. Aunque algunas fuentes aseguran desde hace algunas semanas que Deco habría tomado la decisión de marchar del Barça, la información de este medio es que va a seguir en el club. Al menos, lo que Deco suele decir a la gente de su entorno es lo siguiente: "Mientras el presidente me necesite, yo seguiré en el Barça".
Deco y Laporta, estrechándose la mano en las oficinas del Barça
Hay que recordar que ha renunciado a un trabajo que le daba de comer para meterse en el Barça por un tema de "ilusión". Deco quería ayudar al Barça. A día de hoy, percibe menos dinero como empleado del club que com agente. Por ello, viendo como de tensa está la situación del club, no sería de extrañar que se plantease dejarlo y volver a la representación de futbolistas. Una opción que, de momento, y a nivel oficial, ni se contempla ni está sobre la mesa. Por ahora.