Joan Laporta, presidente del Barça, se juega mucho dinero. Tras avalar 18 millones con el tesorero, Ferran Olivé, está obsesionado con liquidar el curso actual con números verdes. El máximo dirigente no descarta una venta sonada antes del 30 de junio. Otra opción pasa por renegociar el actual contrato con Nike.
El Barça tensa un poco más la cuerda con Nike. El actual acuerdo entre las dos partes termina en 2026, prorrogable hasta 2028. Laporta quiere que la multinacional estadounidense pague más dinero. Las cifras, sujetas a fijos y variables, no están claras, aunque la versión más fiable es la que indica que el Barcelona cobra unos 72 millones de euros por temporada.
Discrepancias importantes
Los malos resultados del Barça en los últimos años han tenido un impacto negativo en las cuentas del club. También en los ingresos de Nike, que supeditaba su bonus a la consecución de tres Champions antes de 2026. Una, como mínimo, debía ser del equipo de fútbol masculino.
El Barça, de momento, mantiene abierta la opción de renovar el actual contrato con Nike, aunque las discrepancias entre las dos partes son importantes, tras la reunión que mantuvieron esta semana. Paralelamente, el club ha deslizado el nombre de otras marcas y la posibilidad de fabricar y comercializar su propia ropa deportiva a través de BLM.
Maradona y Cruyff
Puma, una de las grandes marcas deportivas, estaría encantada de ser el patrocinador técnico del Barça. Su gran apuesta en Europa es, actualmente, el Manchester City, que ingresaba 65 millones de euros anuales de la marca alemana antes de ganar la Champions. El Borussia Dortmund también viste Puma, patrocinador oficial de la Premier League.
En el pasado, Puma fue la marca que vestía a Johan Cruyff y a Diego Armando Maradona, etiquetas como los mejores futbolistas del mundo en los años 70 y 80, respectivamente. De Cruyff incluso se dijo que renunció al Mundial de Argentina, en 1978, porque las camisetas de Holanda eran de Adidas.
Otras marcas
Fuentes del sector aseguran que Puma podría pagar más de 100 millones de euros anuales al Barça, que también ha tentado otras opciones. Entre ellas, Meyba, Hummels y Kelme, firmas que podrían fabricar las camisetas del Barça y distribuirlas en el caso de que el club optara por tener una marca propia.
Laporta desearía que el Barça tuviera una marca propia por motivos sentimentales, pero expertos del sector desaconsejan esta opción por problemas de distribución, básicamente. En el recuerdo está el caso del Athletic, que tuvo su propia marca, y que actualmente viste Castore.
El conflicto con Nike
El Barça busca un nuevo contrato. Un contrato mejor que garantice más dinero al club y una mejor distribución de las camisetas del primer equipo de fútbol. Desde hace más de un lustro, en el club denuncia la ausencia de muchas tallas en las tiendas oficiales del Barcelona y de la multinacional estadounidense.
Los aficionados del Barça de basket, históricamente, también se han quejado del escaso número de camisetas de este deporte que se comercializan. Y en el club lamentan que no perciban ningún porcentaje de las llamadas réplicas. Es decir, camisetas mucho más económicas que se venden, por ejemplo, en los kioskos de las Ramblas. No son falsificaciones, sino ropa deportiva de calle de menor calidad que se fabrica en Vilassar de Dalt. Estas camisetas no tienen el logo de Nike, que si cobra unos royalties.
Las pérdidas del curso
Laporta espera sellar pronto un nuevo acuerdo de larga duración con el futuro sponsor técnico del club. El Barça quiere un bonus de bienvenida que destinaría a los pagos más inmediatos de la entidad y cuadrar los números rojos del curso actual.
El Barça, de momento, admite unos pérdidas de 30 millones de euros en el curso actual respecto al presupuesto aprobado por los socios compromisarios. Laporta, mientras, busca nuevos acuerdos de patrocinio y, como opción menos deseada, no descarta la venta de futbolistas con un gran cartel como Ronald Araujo o Frenkie de Jong, por quienes podría ingresar entre 80 y 100 millones de euros.