El presidente del Barça, Joan Laporta, recibió el visto bueno de los socios compromisarios para pedir un máximo de 1.500 millones de euros a Goldman Sachs y Morgan JP para la financiación del nuevo Camp Nou y su entorno. El máximo dirigente aseguró que la recuperación económica del club pasaba por la reforma de su estadio, pero el alto coste de dicha operación puede tener un impacto negativo para la entidad. Ya lo tuvo a partir de 1957, con la construcción del Camp Nou.
El Barça inauguró el Camp Nou hace 66 años. Entonces, el club pagó 288 millones de las antiguas pesetas, aproximadamente 1,7 millones de euros. Económicamente, el Barcelona estuvo muy tocado durante muchos años. Al menos, durante una década y su impacto en los resultados deportivo fue evidente.
El fichaje de Kubala
El fichaje de Ladislao Kubala cambió la historia del Barça en los años 50 y el club abandonó el viejo campo de Les Corts, con capacidad para 60.000 espectadores. Bastante cerca construyó el Camp Nou, con un aforo inicial para 93.000 aficionados. En sus inicios era un estadio vanguardista y mucho más cómodo.
El Barça, con Kubala como estrella, ganó las Ligas de 1959 y 1960. El siguiente título, sin embargo, se resistió mucho tiempo. El equipo azulgrana no campeonó de nuevo hasta la temporada 1973-74, la primera de Johan Cruyff como jugador. Con Rinus Michels de entrenador y Agustí Montal de presidente.
Cinco décadas después de la Liga de Cruyff, el Barça está en crisis. Sus problemas económicos se trasladan al campo de fútbol y el nuevo Camp Nou emerge como una posible solución.
Obras hasta 2026
La reforma actual del Camp Nou terminará en verano de 2026, aunque el actual presidente espera que el equipo pueda trasladarse ya en noviembre de este año, con un aforo aproximado para 65.000 personas.
Laporta y Eduard Romeu, actual vicepresidente económico, aseguran que el Barça ingresará 340 millones de euros por la explotación del Camp Nou a partir de 2026, una previsión muy optimista. Una gran parte procederán de la venta de entradas para el nuevo Museu, que espera facturar 80 millones de euros anuales.
El coste total
Romeu, mientras, afirmó que el Barça, con los pertinentes intereses, abonará unos 2.820 millones de euros por las obras del Camp Nou, lideradas por Limak, una constructora turca que quiere expandirse globalmente.
En el pasado, el Camp Nou fue un freno para las aspiraciones deportivas del Barça. Un caso parecido le ocurrió al Arsenal. Su actual estadio, el Emirates Stadium (60.000 asientos), fue inaugurado en 2006, en sustitución del viejo Highbury, con capacidad para 38.500 espectadores. El Emirates Stadium costó 460 millones de euros.
La lección del Arsenal
El Arsenal, curiosamente, no gana la Liga desde 2004 y los últimos años de la pasada década fueron muy duros para el club más popular de Londres. Ahora, con Arteta, vuelve a ser un candidato a ganar la Premier. “La construcción del nuevo campo impidió que el club pudiera fichar grandes futbolistas durante muchos años”, sostiene un antiguo ejecutivo del Arsenal, club que pagó muy cara la construcción de su nuevo estadio. Ojalá el Barça haya aprendido la lección.