El FC Barcelona busca consuelo en los jóvenes. Humillado en la final de la Supercopa por el Real Madrid y eliminado por el Athletic de la Copa del Rey, la temporada pinta muy mal, a la espera del desenlace de la Liga y la Champions. Xavi Hernández ya ha confesado que le queda poco tiempo como técnico azulgrana --tras la derrota contra el Villarreal ha anunciado que se irá al acabar esta temporada-- y el presidente, Joan Laporta, ya proyecta un futuro con algunos cambios condicionados por la delicada situación económica de la entidad. El máximo dirigente, una vez más, cuenta con la colaboración de Alejandro Echevarría, uno de sus asesores y persona con mucho poder, aunque sin cargo.
El pasado lunes, Xavi Hernández coincidió con Lluís Canut en un conocido restaurante barcelonés. Fue un encuentro casual y distendido. "No sabes cuánto me he acordado de ti", le dijo el actual entrenador del Barça a su antecesor, que celebraba el cumpleaños del periodista de TV3.
Cena de Xavi con Echevarría
Xavi, mientras, compartía mesa y mantel con Alejandro Echevarría. Entre ambos hay muy buena sintonía desde la primera etapa de Laporta como presidente del Barça. El cuñadísimo --su hermana fue la exesposa de Jan-- es una persona que ha resuelto muchos problemas en el club. Por ejemplo, medió entre Laporta y el técnico de Terrassa para su fichaje como entrenador. Los meses anteriores, la comunicación entre ambos era inexistente porque Xavi formó parte de la candidatura de Víctor Font.
A principios de semana, Xavi ya era consciente de que su situación en el Barça era delicada. Hoy, es mucho más precaria. Ya tiene fecha de caducidad. La eliminación de la Copa del Rey fue sido un duro golpe para el entrenador, para Laporta y para todo el barcelonismo, agravado por la debacle contra el Villarreal. Ganar la Liga o la Champions con la actual plantilla parece misión imposible.
La confesión del técnico
Xavi, en sus últimas comparecencias ante los medios de comunicación, había asumido que su continuidad en el Barça dependería de los resultados del equipo. Y este viernes sentenció: "Llevo dos años y medio en el cargo y me queda menos que más".
El técnico de Terrassa intentaba ser positivo. O, al menos, quería transmitir un mensaje optimista. Quiere, al menos, que el Barça compita bien en la Liga y en la Champions. Y también quiere enviar mensajes de tranquilidad sobre el futuro del equipo. La eclosión de Lamine Yamal, Héctor Fort y Pau Cubarsí invitan a soñar a medio y largo plazo. El corto plazo, en cambio, es frustrante.
Esperando a Motta
Xavi, mientras, asumía el viernes que en los próximos días saldrían muchos nombres de futbolistas y entrenadores para el Barça. Es ley de vida "en el club más difícil del mundo", argumentaba. Hace un mes, por ejemplo, se habló de Rafa Márquez como posible técnico si Xavi era despedido a media temporada. Ahora, en cambio, los focos apuntan a Thiago Motta, jugador del Barça entre 1999 y 2006.
Motta, curiosamente, también es una persona muy próxima a Echevarría. En su etapa como jugador del Barça, además, tenía muy buena sintonía con Ronaldinho y con Deco, actual director de fútbol barcelonista, con quien compartió muchos momentos de su vida privada.
Amigo de Deco
Futbolista con una gran potencia física y buena técnica, Motta, de 41 años, triunfa ahora en la Serie A. Es el entrenador del Bolonia, séptimo clasificado, por delante de equipos más poderosos como la Roma y el Nápoles, rival del Barça en los octavos de final de la Champions League.
Echevarría, una vez más, mueve los hilos del club, mientras Laporta y Deco diseñan la próxima temporada. Ya hace días que buscaba un relevo para Xavi. El fichaje de un mediocentro será prioritario y también habrá cambios en la delantera, condicionados, en parte, a la elección del futuro técnico.
Otras decisiones
En verano, el Barça deberá decidir si puede fichar o no a Joao Félix y si recupera a Ansu Fati o busca una nueva cesión o traspaso del futbolista. Incierto también es el futuro de Raphinha, con un gran cartel en Inglaterra, y en las oficinas del Camp Nou no descartan tampoco una posible venta de Robert Lewandowski si llega una buena oferta por él de Arabia Saudí. De seguir en el Barcelona, el salario de Lewandowski será de 32 millones de euros la próxima temporada.
En defensa también habrá salidas, favorecidas por el buen rendimiento de Héctor Fort y Pau Cubarsí. También tiene mucho futuro Faye. El Barça, en principio, recuperará a Éric García, cedido esta temporada al Girona, y podría poner en venta al mismo defensa, a Koundé y a Christensen. Tampoco se descarta la salida de Araujo si finalmente el Bayern ofrece 100 millones de euros por el internacional uruguayo.
El Barça se prepara para otro verano caliente e intenso. Con muchos cambios, aunque la economía del club no es boyante. Laporta, sin Xavi, necesitará vender ilusión a la masa social barcelonista, cada vez más desencantada.