La Audiencia Nacional da nuevos detalles de la investigación contra Luis Rubiales por su polémico beso a Jennifer Hermoso tras conquistar el Mundial Femenino. El juez que está a cargo de llevar el caso, Francisco de Jorge, ha propuesto juzgar al expresidente de la RFEF por el acto con la futbolista española y también por las posteriores presiones que habría liderado entre los altos mandos del organismo deportivo. Dos aspectos que podrían provocar una condena de siete años en prisión.
En este sentido, en el auto señalan que "la finalidad erótica o no o el estado de euforia y agitación experimentado como consecuencia del extraordinario triunfo deportivo son elementos cuya consecuencia y consecuencias jurídicas deberá valorarse en el juicio oral ante el órgano encargado del enjuiciamiento. Afecta a la esfera de la intimidad reservada a las relaciones sexuales, en particular en el contexto de dos personas adultas".
Del mismo modo, el juez concluye de forma contundente que el beso de Rubiales a la futbolista "no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva". Además, añade que el exmandatario de la RFEF "trató de conseguir que Jennifer Hermoso Fuentes accediese a hacer una manifestación pública, realizada conjuntamente con él, afirmando que el beso había sido consentido, a lo que la jugadora se negó, expresando su malestar".
La pena a la que se enfrenta Rubiales
A falta de llegar a una sentencia definitiva, Rubiales se enfrenta a un escenario muy complicado. El que fuera mandatario de la Federación podría enfrentarse a hasta siete años de prisión. Dicha pena va de multa de 18 a 24 meses o entre uno y cuatro años de cárcel, según el artículo 178 del Código Penal. Del mismo modo, ese castigo se podría ver agravado por el delito de coacciones, cuya sanción supone entre seis meses y tres años de cárcel, según deja claro el artículo 172 del Código Penal.
Por otra parte, el juez también propone que sean juzgados Albert Luque, director de la selección masculina absoluta; Rubén Rivera, responsable de marketing de la RFEF; y Jorge Vilda, exseleccionador nacional. Los tres estarán involucrados en el caso por participar en las presuntas coacciones a Jenni Hermoso para que accediese a un pronunciamiento en defensa de Rubiales, aunque la jugadora se mantuvo firme a pesar de las fuertes presiones.