Jenni Hermoso, campeona del mundo con la selección española, ha ratificado ante el juez que el beso en la boca que le dio Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), tras ganar el Mundial fue "inesperado" y "no consentido".
La nueva jugadora de Tigres ha declarado este martes como testigo en la Audiencia Nacional. Durante su comparecencia, Hermoso ha confirmado la versión que dio en la Fiscalía y que supuso el principio del fin de Luis Rubiales como presidente de la Federación Española de Fútbol.
Presiones a la futbolista
Tras su primera declaración, la Fiscalía de la Audiencia Nacional se querelló contra Rubiales por considerar que podía el entonces presidente de la RFEF pudo incurrir en un delito de agresión sexual con su beso a la futbolista.
La Fiscalía también entiende que Rubiales pudo incurrir en un delito de coacciones hacia la futbolista con sus posteriores presiones para que declarara que el beso fue consentido.
La dimisión de Rubiales
Rubiales siempre ha defendido que su acción fue consentida y que Jenni Hermoso se tomó el beso como una broma.
El expresidente de la RFEF, acorralado, dimitió el pasado 10 de septiembre después de que la FIFA lo inhabilitara, a pesar de su deseo de seguir en el cargo.