Los grandes conflictos de Laporta en 2023
El presidente del Barça ha tenido que convivir con muchos problemas en un año complicado
31 diciembre, 2023 00:08Noticias relacionadas
El Barça cerrará 2023 con peores sensaciones de las que comenzó el curso. Hace un año, el equipo de Xavi Hernández mandaba en la Liga, aunque había sido eliminado de la Champions. También marchaban mejor las cosas en la sección de baloncesto y el club ultimaba la financiación del Espai Barça, foco de tensión en los primeros meses de un año complicado para Joan Laporta, presidente azulgrana, y salpicado también por el caso Negreira.
El caso Negreira
2023 será recordado siempre como el año que estalló el 'caso Negreira'. La Justicia puso al Barça contra las cuerdas tras conocerse que el club pagó 7,3 millones de euros a José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, entre 2001 y 2018.
Los pagos a Negreira comenzaron con Joan Gaspart en la presidencia y terminaron con Josep Maria Bartomeu. También salpicaron a Joan Laporta y Sandro Rosell. El club, oficialmente, sostiene que encargó informes técnicos a Negreira sobre el arbitraje español y que nunca quiso un trato de favor ni presionar a los colegiados.
El caso Negreira supone la mayor crisis reputacional del Barça en las últimas décadas. El club está bajo sospecha y el juez Joaquín Aguirre ha aceptado que el Real Madrid pueda personarse como acusación particular.
Dimisiones por el Espai Barça
Laporta cambió el proyecto inicial de Nikken Sekkei y el coste del Espai Barça se disparó hasta los 1.450 millones de euros.
Jordi Llauradó, directivo responsable del Espai Barça, presentó su dimisión tras la elección de Limak en detrimento de las principales constructoras españolas. Meses después abandonó Àlex Barbany, director ejecutivo del proyecto más importante del club en el siglo XXI.
La reforma del Camp Nou ha sido, finalmente, más ambiciosa que la anunciada por el expresidente Josep Maria Bartomeu. Con intereses, el Barça pagará 2.820 millones de euros por la transformación de su estadio y la construcción del nuevo Palau Blaugrana, con capacidad para 15.000 espectadores.
Tensiones en el Palau
Joan Laporta pasó las tijeras en las secciones profesionales y en el fútbol formativo. El equipo que más sufrió los recortes fue el de baloncesto, que se proclamó campeón de la Liga ACB con gran autoridad, derrotando al Real Madrid en la final por un contundente 3-0.
El Barça ganó la Liga ACB con un Nikola Mirotic sensacional que asumió su salida del club antes de que se disputara la final. El ala-pívot internacional cobraba 11 millones de euros fijos por temporada. Laporta también fulminó a Cory Higgins, que ganaba 3,5 millones de euros anuales. Sarunas Jasikevicius, por su parte, no aceptó la oferta del club para renovar su contrato y el Barça se puso en manos de Roger Grimau, un técnico novato que está con la soga al cuello.
Dudas con Xavi
Joan Laporta descartó a Xavi como posible relevo de Ronald Koeman en verano de 2021. Estaba dolido porque el técnico de Terrassa formó parte de la candidatura de Víctor Font, aunque se mantuvo en un discreto segundo plano durante la campaña electoral. En noviembre del mismo año cambió el guion y contrato a Xavi, tras mediar Alejandro Echevarrría.
La pasada temporada, el Barça ganó la Supercopa de España y la Liga. En el curso actual, sin embargo, el equipo es mucho más frágil. Tiene menos deseos y más grietas. Públicamente, Laporta siempre ha defendido a Xavi, pero su entorno se ha mostrado mucho más crítico y beligerante respecto a la gestión del entrenador del Barça.
Cambios en la estructura deportiva
Laporta solo tuvo un director deportivo en su primera etapa como presidente del Barça: Txiki Begiristain. En la actual se encomendó a Mateu Alemany, un gran negociador, un ejecutivo muy bien considerado en el fútbol español. Al acabar el curso pasado se puso en manos de Jorge Mendes, el representante de Cristiano Ronaldo, Joao Félix y muchos otros futbolistas, para renovar la plantilla y fichó a Deco, quien ganó su pulso particular con Alemany.
Alemany se marcó sin hacer mucho ruido. Igual que Jordi Cruyff. El exdirector deportivo se desmarcó de la actual política deportiva de Laporta, nada cruyffista en materia de fichajes.