Joan Laporta vive al día. Sin tregua. Es el máximo responsable de un club con una deuda bruta de 1.200 millones de euros y que adolece de un plan estratégico a medio plazo para recuperar sus constantes vitales económicas. Deportivamente, el Barça es una montaña rusa y, a diferencia de su primera etapa como presidente, Laporta no tiene un proyecto deportivo fiable. Su relación con los entrenadores no es la ideal.
Xavi Hernández, entrenador del primer equipo de fútbol, está bajo sospecha. Públicamente, Laporta asegura que confía plenamente en él, pero la realidad no es tan entrañable. Personas próximas al presidente cuestionan algunas decisiones del técnico de Terrassa.
Hombre de club y profundo conocedor de la idiosincrasia del Barça, Xavi sabe que su continuidad como técnico del primer equipo pasa por lograr buenos resultados. En la Liga, el Barcelona se descuelga jornada tras jornadas y en la Champions no es un candidato al título. La Copa del Rey y la Supercopa de Europa pueden ser la tabla de salvación del equipo, pero tal vez no la de Xavi.
Deco y Xavi
Deco, director de fútbol del Barça, tiene una relación ambigua con Xavi. En teoría hay buena conexión entre ambos, pero sorprendió que el máximo ejecutivo de la parcela deportiva responsabilizara al técnico de los cambios en la convocatoria del Barça en Amberes. Xavi aseguró que la decisión fue consensuada por él, el presidente y el ejecutivo brasileño.
Más sorprendente es la decisión de Jonatan Giráldez de no renovar su contrato más allá del 30 de junio. El entrenador del Barça Femenino ya ha comunicado a sus futbolistas que iniciará una nueva aventura cuando termine el curso actual.
El Barça Femenino
El Barça Femenino es el actual campeón de Liga y de la Champions. Y Giráldez es un entrenador muy bien valorado. Sin embargo, la actual junta directiva no está por la labor de subirle el salario.
El malestar en la sección es evidente. El primer síntoma fue la dimisión de Markel Zubizarreta, exdirector deportivo del Barça Femenino. Las tensiones se agravan ahora con la próxima salida de Giráldez en un equipo que debe renovar a varias piezas básicas.
El nuevo ciclo del basket
Laporta, en cambio, sí tiene una buena sintonía con Roger Grimau, el entrenador del Barça de basket. Ocurre, sin embargo, que el técnico es cuestionado en algunos sectores del Palau.
Sin experiencia en la élite, Grimau sustituyó a Sarunas Jasikevicius por motivos económicos. La suya fue una apuesta por necesidades del guion, no por convicción. El Barça actual empezó bien el curso, pero parece haberse atascado. Al equipo le falta carácter, intensidad. Algunos síntomas de su enfermedad son parecidos a los del Barça de Xavi Hernández.