David contra Goliat: el presupuesto del Barça es 15 veces superior al del Girona

David contra Goliat. El Girona, históricamente un club de clase media-baja del fútbol español, amenaza al Barça. Disputadas ya 15 jornadas de Liga, el equipo de Míchel suma cuatro puntos más que el de Xavi y sueña con ganar en el Camp Nou. La felicidad rojiblanca contrasta con las turbulencias barcelonistas, sorprendente por los millones que mueven ambas entidades. El Girona, club satélite del ManchesterCity, tiene un presupuesto de 59 millones de euros, mientras que el del Barça es de 859 millones, y el valor de mercado de la plantilla azulgrana es de 862 millones, por 161,10 millones la de su rival.

El Barça es la gran superpotencia del fútbol catalán y el Girona, un nuevo rico. Solo ha jugado cuatro temporadas en Primera División y ocupa el puesto 47 de la clasificación histórica. El club azulgrana es segundo, solo superado por el Real Madrid, y las diferencias entre ambas entidades son siderales.

Diferencia de socios

En verano, el Barça contaba con 141.000 socios, mientras que el Girona superó por primera vez los 11.000. Montilivi, su estadio, tiene una capacidad máxima para 14.000 espectadores, mientras que el Camp Nou tenía 99.354 localidades antes de su reforma. A partir de 2026 contará con 104.600 asientos. A medio plazo, no obstante, el Girona proyecta la ampliación de Montilivi hasta los 25.000 asientos.

Xavi da instrucciones a sus jugadores con Michel al fondo / EFE

En la provincia de Girona, históricamente, había más socios del Barça que el mismo Girona, que subió por primera vez a la máxima categoría del fútbol español en 2017. A principios de siglo, el club rojiblanco estaba en crisis y apenas contaba con 1.000 abonados.

Valor de mercado

Económicamente, el Barça tiene un presupuesto 15 veces superior al del Girona. Esta temporada, el club que preside Joan Laporta ha proyectado unos ingresos de 859 millones de euros. El pasado curso superó los 1.000 millones gracias a las famosas palancas: venta del 25% de los derechos de televisión de la Liga durante 25 años y del 49,9% de Barça Studios.

Las oficinas de Barça Studios, en una imagen de archivo / REDES

El valor de mercado de la plantilla del Barça, según Transfermarkt, es de 862 millones de euros. El jugador más valioso es Pedri, tasado en 100 millones. Le siguen Gavi y Frenkie de Jong, con 90 millones de euros. Araujo, con 70 millones, y Raphinha y Koundé, con 60, son los otros futbolistas del Barça con más valor de mercado.

El caso de Aleix García

Los números del Girona son mucho más modestos. El actual valor de mercado de la plantilla rojiblanca es de 161,10 millones de euros y solo dos futbolistas llegan o superan los 20 millones de euros: Savio, con 20 millones, y Viktor Tsygankov, cifrado en 22 millones. El lateral Miguel Gutiérrez y Artem Dovbyk tienen un valor de 15 millones.

Aleix García, del Girona

Aleix García, un centrocampista que está en la agenda del Barça, tiene un valor de mercado de solo 10 millones de euros. Esta semana, Aleix manifestó que le encantaría jugar en el club azulgrana para malestar de su entrenador.

Savinho, la revelación

Aleix, con 26 años, es una de las sensaciones de la Liga. Cobra 1,3 millones de euros brutos por temporada, menos que David López (3,6 millones), Éric García (3 millones), Viktor Tsygankov (1,8 millones), Stuani (1,7 millones) y Paulo Gazzaniga (1'4 millones).

Savinho, celebrando un gol marcado con el Girona EFE

Otro jugador revelación del Girona es Savinho. El delantero brasileño, de 19 años, ha disputado los 15 partidos de Liga, en los que ha marcado cuatro goles y ha dado cuatro asistencias. Fuentes del club de Montilivi aseguran que cobra menos de un millón de euros. Aproximadamente, 965.000 euros.

Mundos antagónicos

Barça y Girona viven mundos antagónicos. Al menos, económicamente. El Barcelona mueve mucho más dinero, pero palidece por una deuda reconocida de 1.200 millones de euros. El Girona, por su parte, fue elegido el club más rentable de España en 2019 por la EAE Business School. Y este domingo sueña con hacer saltar la banca en Montjuïc, la actual casa del Barça.