Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, se hace cada día más fuerte a pesar del desgaste que comporta presidir el club. Tras unos primeros años muy titubeantes en Europa, esta vez ha conseguido un primer equipo capaz de firmar un pleno al nueve que encarrila la clasificación para octavos de la Champions dos años después de lo previsto. Ello no solo supone una alegría deportiva, que otorga confianza justo antes del clásico, sino también económica, con una inyección de 25 millones para las alarcas del Barça.
Hace unos superó la asamblea sin grandes agobios. El sábado 21 de octubre, los socios compromisarios aprobaron por amplia mayoría el cierre del curso pasado, con un superávit de 304 millones de euros, y el presupuesto de la actual temporada, de 859 millones de euros. Números al margen, el presidente azulgrana recibió el máximo respaldo al acusar al "madridismo sociológico" de intentar dañar al Barça en el caso Negreira. En la semana previa al clásico de Montjuïc, Laporta ha salido muy reforzado.
1.200 millones de deuda
El Barça vive tiempos difíciles. Eduard Romeu, vicepresidente económico, reconoció que la deuda del club asciende a 1.200 millones de euros, pero aseguró que la entidad ya ha salido de la UCI y ahora está en observación, tras pasar por planta. Su análisis no es compartido por muchos socios, pero fue validado en la asamblea.
El presidente del Barça presentó el cierre de la pasada temporada con números verdes. El ejercicio 2022-23 se ha liquidado con un beneficio de 304 millones de euros gracias a las palancas: a la venta del 15% de los derechos de televisión de la Liga y del 49% de Barça Studios.
Números sin 'palancas'
Los números del Barça hubieran sido muy diferentes sin las palancas. Las pérdidas hubieran sido de unos 300 millones de euros.
El Barça, gracias a las palancas, ingresó 1.259 millones de euros y gastó 1.165 millones. Las cuentas, sin salvedades, fueron auditadas por Grant Thornton, que no es una de las grandes empresas del sector.
Beneficio previsto
El club también anunció que tiene previsto cerrar el curso actual con un beneficio de 11 millones de euros, ya sin palancas, gracias a unos ingresos de 859 millones de euros y unos gastos de 832 millones.
El Barça contempla un incremento de los ingresos de 64 millones de euros pese al traslado del equipo de fútbol a Montjuïc. Las pérdidas, por dicho concepto, serán de 78 millones de euros, según la versión de Romeu, directivo responsable de la parcela económica.
La reforma del Camp Nou
Laporta también resolvió con comodidad el asunto del Espai Barça y la reforma del Camp Nou, presupuestada en 960 millones de euros. El máximo dirigente aseguró que el club tendrá el mejor estadio del mundo y que el equipo regresará a su casa en noviembre de 2024, coincidiendo con el 125 aniversario de la fundación del FC Barcelona. Entonces, el Barça podrá jugar ante 65.000 espectadores, que ocuparán la primera y la segunda grada.
La junta directiva proyectó un vídeo sobre los grandes cambios que sufrirá el estadio, que finalmente tendrá una capacidad para 104.600 espectadores. Todas las localidades estarán cubiertas y Laporta no quiso avanzar si habrá o no una importante subida de los abonos.
El juez Aguirre
Aprobadas todas las cuentas, Laporta recibió el respaldo mayor de los compromisarios del Barça durante sus explicaciones del caso Negreira. Con un discurso victimista, acusando sibilinamente al Real Madrid de estar detrás del proceso judicial abierto contra el club, el máximo dirigente recalcó que el Barça nunca ha cometido ninguna ilegalidad y que jamás será vencido.
El discurso de Laporta recordó los de otras épocas del expresidente Josep Lluís Núñez. Las referencias al Real Madrid fueron constantes y el caso Negreira ha enturbiado sus buenas relaciones con Florentino Pérez, presidente del Real Madrid. El sábado, Florentino no acudirá a la tradicional comida de directivas, pero sí presenciará el partido desde el palco del Olímpic Lluís Companys.
Laporta, imputado
Laporta está muy dolido desde que, la semana pasada, fue imputado por el juez Aguirre. El magistrado ha implicado al actual presidente del Barça en una causa en la que también están imputados los expresidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, Óscar Grau, Albert Soler, José María Enríquez Negreira y su hijo Javier Enríquez.
El juez Aguirre considera que los desembolsos que el Barça efectó a Enríquez Negreira entre 2003 y 2010 (primer mandato de Laporta) son delictivos y no han prescrito, y pueden investigarse. Al tratarse de un delito de cohecho continuado, la prescripción es de 15 años desde el día que se cometió la última infracción penal. El último pago al exvicepresidente del CTA se realizó el 17 de julio de 2018. El primer abono se hizo en 2001, durante la presidencia de Joan Gaspart. Ahora, dos décadas después, el Barça está metido en un buen lío, pero Laporta ha recibido el respaldo de los socios al acusar al "madridismo sociológico" de conspirar contra los intereses del club.