La cuenta atrás para la próxima asamblea de compromisarios del FC Barcelona ha comenzado. Muchos temas económicos y financieros se expondrán ante los socios y serán analizados y debatidos de manera telemática. El evento, que se emitirá en directo por Esport3, servirá para aprobar los resultados del ejercicio contable 2022-23 y los presupuestos de la nueva temporada 2023-24. Uno de los temas más interesantes para la junta directiva consistirá en explicar cómo han conseguido unos beneficios de 304 millones de euros después de presentar, hace un año, un presupuesto que pretendía un beneficio de 274 millones con 100 millones menos de gastos.
La respuesta es una solución puramente contable y avalada por el auditor de la casa, la firma Grant Thornton. Ellos han dado luz verde a una jugada que ha permitido incrementar el valor etéreo de algunas partidas derivadas de las ya famosas palancas de Laporta.
Palancas: realidad Vs contabilidad
En primer lugar, el Barça ingresó 207,5 millones de Sixth Street por la venta del 10% de los derechos televisivos durante 25 años, pero le adjudicaron un valor contable a la operación de 267 millones. Posteriormente, ingresaron 311,25 millones de Sitxh Street por la venta del 15% de esos mismos derechos de TV, los procedentes de la Liga, pero le dieron un valor contable a la operación de 400 millones de euros. Por último, acordaron un plan de pagos de 200 millones a cambio del 49% de Barça Studios, pero han atribuido un valor contable a la operación de 408 millones.
¿Qué significa todo esto? Que el Barça habrá ingresado --cuando se acaben de realizar los pagos acordados-- un total de 718,75 millones reales de las palancas, pero que a nivel contable habrá anotado un valor total de 1.075 millones con la operación.
1.054 millones de pérdidas según Font
Estos más de 1.000 millones en palancas mitigan lo que, precisamente, ha denunciado Víctor Font este jueves en una rueda de prensa sobre el cierre del ejercicio. El aspirante a la presidencia del Barça ha cifrado en 1.054 millones las pérdidas ordinarias acumuladas desde que regresó Laporta a la presidencia: 555 (20-21), 169 (21-22) y 330 (22-23). Aunque los datos aportados por Font también generan dudas al suponer unos importes ampliamente superiores a los oficiales del club.
Más allá del baile de números, hay que diferenciar los ingresos procedentes de Sixth Street --ya percibidos-- de los referentes a Barça Studios. El club ha cobrado tan solo 60 millones de los 200 acordados, pero en sus balances ha sumado 408 millones. 140 millones están pactados por contrato y se acabarán cobrando en base al calendario de pagos previsto. Los otros 208 millones son un valor contable.
Los 208 millones extra de Barça Studios
¿Por qué? El cálculo es simple. Si el 49% de la sociedad vale 200 millones, el 51% restante tiene que valer un poco más: los 208 millones. El Barça lo que hace es sumarse ese valor como un activo financiero, en el sentido de que tiene en su haber, más allá de los activos patrimoniales --el Camp Nou, el Palau Blaugrana, etc--, otros activos etéreos pero que se pueden cuantificar, como podría ser el valor de los jugadores o, en este caso, el valor del 51% de la sociedad Barça Studios.
El auditor Grant Thornton avala la operación y ha facilitado que la suma de esos 208 millones al cierre contable 22-23 permitan alcanzar los 304 millones de beneficios. Ello explica que ingresando solo cuatro millones más de lo presupuestado, y gastando 100 millones más de lo previsto, el club haya podido incrementar los beneficios de 274 a los citados 304 millones.
Patrimonio neto negativo
Y podrían haber sido aún mayores los beneficios de no ser por una salvedad contable del auditor, que obligó a imputar un gasto de 48 millones adicionales vinculados al Espai Barça. La explicación sobre este concepto no queda clara, pero según ha podido saber este medio fue una imposición del auditor, que no consideró pertinente aplicar ninguna provisión por el caso Negreira --aunque el club sí que provisionó muchos gastos judiciales en las pérdidas infladas del curso 20-21-- y cerró una auditoría limpia y sin salvedades.
Curiosamente, estas argucias contables han provocado que el Barça se quede en un patrimonio neto negativo de -1 millón de euros. Por lo tanto, al seguir en patrimonio neto negativo, el club puede mantener inoperativo el artículo 67 de los estatutos, que obligaría a la dimisión de la junta directiva en caso de cerrar dos ejercicios consecutivos con pérdidas operativas.
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