El FC Barcelona ha compartido los presupuestos de la entidad para la temporada 2023-24 con las socias y socios azulgranas. Las previsiones reflejan un descenso de las partidas destinadas a todas las secciones, salvo el fútbol femenino. Ni siquiera la Masía, la fuente de talento inagotable del Barça, ha sorteado el tijeretazo de la junta directiva. En concreto, la inversión en el fútbol formativo ha retrocedido cinco millones de euros.
El Barça ha rebajado la partida para la cantera de los 30,3 millones del curso 22-23, a los 25,7 de la campaña actual. Las previsiones en el fútbol base han quedado reducidas a 19,6 millones más 6,1 en gastos de explotación. En concepto de salarios, la porción del presupuesto destinada a la remuneración de personal en La Masía ha descendido de 19 millones a 15,7. Incluso servicios como el taxi para los canteranos, que corría por cuenta de la entidad hasta el pasado mes de agosto, han pasado a mejor vida por cuestiones económicas.
Rentabilizar la Masía
Como desvelamos en Culemanía, el club que preside Joan Laporta pretendía rentabilizar sus activos salidos de la cantera, además de reducir la partida del fútbol formativo. Por ello, la junta directiva estableció el objetivo de obtener 10 millones en ahorro. Y no todo son las ventas. Estaban previstas dos vías para alcanzar la meta: el ascenso de canteranos al primer equipo y la venta de jugadores cuyo nivel no convenciese para dar el salto a las órdenes de Xavi Hernández.
Si bien el Barça B tan solo ha obtenido ingresos de 700.000 euros por la salida de Fabio Blanco -- 27 bajas en total--, el primer equipo ha hecho caja con tres canteranos. Nico González ha abandonado definitivamente el club de su vida por un traspaso de 8,4 millones, que solo revertiría una cláusula de recompra de 30 millones. También Ez Abde ha dejado dinero en las arcas en una operación rumbo al Benito Villamarín que ha reportado 7,5 millones. Chadi Riad ha hecho las maletas con el mismo destino, pero cedido y con opción de compra de 3 millones.
En el capítulo de ascensos, destacan las irrupciones de Lamine Yamal y Fermín López. La dirección deportiva azulgrana ha eludido el fichaje de un sustituto de Ousmane Dembelé, en vista de la ascensión meteórica que ha protagonizado el canterano de 16 años. Xavi también solicitó otro fichaje en la medular, que a corto plazo cubre el interior que se destapó en el Linares Deportivo la temporada pasada. Y más que vendrán...
Menos fichajes caros
Los recortes también se aprecian ligeramente en la inversión para los refuerzos del filial barcelonista. Este año, los grandes fichajes se han localizado en las adquisiciones de Noah Darvich, la joven promesa de 16 años, producto del Friburgo alemán, y Mikayil Faye. El primero costó 2,5 millones, mientras que el segundo, 1,5. Resultaba sorprendente la incorporación del central senegalés, que jugaba en las filas del NK Kustosija croata. El área deportiva del club catalán escogió con ojo clínico a un defensor cuyas cualidades físicas extraordinarias ya han dado la razón a sus valedores.
En cualquier caso, el gasto en fichajes ha pasado de los 7,7 millones de la campaña anterior, a los 4,45 de la última ventana de traspasos veraniega. El Barça ha tenido que abstenerse de operaciones inaccesibles para el filial.
A diferencia del desembolso de 4 millones que implicó el aterrizaje de Julián Araújo, el club de la capital catalana tuvo que quedarse de brazos cruzados con otra joven perla. Y es que el Liverpool uruguayo exigía 6 kilos por Fabricio Díaz, una cifra prohibitiva que tan solo abonó el Al-Gharafa SC qatarí. Las inversiones de riesgo en melones por abrir y sin adaptación al fútbol español como Emre Demir se restringirán.