No hay día en que no aparezcan nuevas informaciones sobre el caso Negreira. O en que alguna persona célebre del sector futbolístico no opine al respecto. El último en referirse al polémico asunto ha sido Ángel María Villar, que concedió este martes una entrevista para El Larguero de la Cadena SER. “No designaba árbitros", deja claro.

"Una de las funciones que tiene el vicepresidente es sustituir al presidente. Él era un hombre más del Comité de Árbitros. Cuándo él estaba había dos sistemas para decidir (los tríos y el ordenador)", ha recordado Villar, matizando de esta forma la influencia de Enríquez Negreira dentro del colectivo federativo de colegiados.

Villar no cree que Negreira sea corrupto

En cualquier caso, Villar recalca que Negreira hubiera sido cesado si él se hubiese enterado de los pagos recibidos por el FC Barcelona, durante el tiempo en que él fue presidente de la RFEF. Eso sí, tampoco quiere mojarse demasiado.

"Lo está investigando un juez. No tengo ni idea. Si lo hubiésemos sabido tanto Vitoriano Sánchez Arminio como yo, Negreira no dura un segundo en el Comité de Árbitros. Me pareció una tristeza. Ninguno teníamos conciencia de que el Barça le pagaba", afirma en relación a la investigación abierta.

Rosell, Laporta, Negreira y Bartomeu en un montaje de Culemanía Montaje CULEMANIA

Pese a ello, señala que Negreira “no es ningún corrupto”, aunque “deberá ser la justicia la que decida si es o no culpable de los hechos de los que se le acusa”. “No es correcto el dinero que ha recibido, pero no sé por qué lo ha recibido”, ha aclarado Villar ante los micrófonos de la SER.

Valoración contradictoria sobre Rubiales

Sobre el estamento arbitral, defiende además que “hay gente muy preparada”, y no cree que haya “ningún tipo de corrupción” dentro del organismo. Por otro lado, tampoco han dejado indiferente a nadie sus declaraciones sobre el caso Rubiales. Pese a criticar la actitud del expresidente, asegura "entenderle" y se ve reflejado en ciertos aspectos, como el "abandono" que dice haber sufrido.

"Me afectó muchísimo lo que hizo. No me gustó y creo que no lo haría. Pero sí puedo comprender que pierdes el control cuando pierdes ese éxito. No quiero justificar nada. Lo que vino después fue otra equivocación, y yo le echo mucha culpa a los asesores”, concluye al respecto.

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